Si echamos la vista atrás, podemos contrastar cómo la sostenibilidad ha ido ganando relevancia en el mundo empresarial. No hace tanto tiempo, era común ver cómo una estrategia corporativa pivotaba entre factores principalmente económicos, comerciales y operacionales, mientras que la sostenibilidad podía ser considerada como un sinónimo de solidaridad, de aportar un granito de arena a iniciativas que poco tenían que ver con la actividad principal o el negocio.