Acabo de leer el artículo de un compañero sobre el wokismo empresarial en el que censuraba la inadmisible monetización de sus fines . Estoy muy de acuerdo con alguno de sus argumentos, porque es muy cierto eso de la reducción narrativa de la ética económica como el que sucede con otras éticas; pero eso no me consuela porque entiendo que el problema no es solo coyuntural y menos todavía una cuestión de relato.