Ahora que comienza un nuevo curso político, y en un contexto de olas de calor, incendios e inundaciones cada vez más frecuentes, proteger nuestro escudo natural –la capa de ozono– y reducir la contaminación climática de los gases fluorados debe situarse como prioridad en la agenda del Gobierno.
La implementación de un sistema de gestión, a diferencia de acciones puntuales aisladas, trae a la empresa el desafío de la inversión de recursos pero a la vez, grandes beneficios. Uno de ellos, poder anticiparse a posibles impactos negativos.