En un contexto de veranos cada vez más calurosos y secos, España se enfrenta a un enemigo que gana terreno año tras año: los incendios forestales. Solo en 2024, se quemaron más de 80.000 hectáreas, y las previsiones climáticas apuntan a que la temporada de riesgo se alargará y se intensificará. Sin embargo, la inteligencia artificial (IA) se está consolidando como una herramienta clave para prevenir, detectar y combatir estos desastres antes de que arrasen bosques, biodiversidad y poblaciones enteras.