El 23 de agosto, Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición, no solo invita a mirar hacia la historia. También obliga a reconocer las formas modernas de servidumbre que persisten hoy: desde la trata de personas hasta la explotación de trabajadores migrantes en sectores como la agricultura. Una jornada para la memoria, pero sobre todo, para la acción.