Las empresas familiares, que representan un pilar esencial de la economía global, se encuentran ante el reto de adaptarse a las demandas de sostenibilidad y responsabilidad social impuestas por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). A pesar de los desafíos que enfrentan, como la falta de recursos y la transición generacional, estas empresas tienen una oportunidad única para innovar y fortalecer su competitividad a largo plazo, contribuyendo al bienestar social y ambiental. En este camino, el liderazgo familiar juega un rol clave en la integración de los ODS en sus modelos de negocio, lo que no solo beneficia al planeta, sino también a sus propias comunidades y mercados.