La llegada de migrantes a América Latina tiene un impacto positivo en las economías locales, como lo evidencian dos nuevos estudios realizados por organismos internacionales, incluyendo la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Estas investigaciones examinan cómo los migrantes llenan vacíos importantes en los mercados laborales locales y estimulan la demanda de bienes y servicios, lo que puede resultar en un aumento de los ingresos fiscales y promover el crecimiento económico. Sin embargo, debido a la falta de reconocimiento de sus títulos, la mayoría de los migrantes se ven obligados a trabajar en el sector informal, lo que restringe sus salarios y aumenta su inseguridad alimentaria.