Un grupo de unos 90 representantes del pueblo Munduruku bloqueó el acceso principal a la zona reservada para negociadores en la COP30, celebrada en Belém (Brasil), para reclamar la paralización de proyectos que afectan a sus tierras y denunciar actividades extractivas en sus territorios. Según informa Noticias ONU, la movilización puso de manifiesto el papel clave de los pueblos indígenas en la defensa de los biomas amazónicos y su creciente presencia en la cumbre climática.