Resulta difícil responder a esta pregunta, aunque, a priori podríamos responder que no se trata de un derecho garantizado a nivel global. Más bien todo lo contrario. A pesar de la expansión sin precedentes de la protección social durante la crisis sistémica que se desató tras la llegada del coronavirus, más de la mitad de la población mundial está completamente desprotegida, según el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El documento constata que la respuesta a la pandemia fue desigual e insuficiente, aumentando la distancia entre los países de altos ingresos y los de bajos. Además, advierte que los estados, en su gran mayoría, no lograron ofrecer la protección social indispensable que todos los seres humanos merecen.