En el viejo continente las desigualdades son de todo tipo, también medioambientales. Detener el cambio climático y preservar el planeta en el que vivimos, está demás aclarar, que es tarea de todos y todas. No obstante, esto no pareciera ser tan evidente para muchos. El último informe publicado por Oxfam Intermón denuncia que la población más pobre de la Unión Europea ha contribuido a reducir las emisiones de CO2, mientras que la más rica no ha hecho más que aumentarlas. Resulta paradójico que quienes tienen mayores posibilidades de contribuir no sólo no lo hagan, sino que empeoran una situación medioambiental ya crítica.