Hoy traigo a esta columna un gran dilema, que no es sólo técnico pero que debemos analizar de manera estratégica si queremos dar un paso más allá en nuestros sistemas y modelos de IA. Mientras diseñamos y desarrollamos algoritmos que predicen huracanes, optimizan redes eléctricas y diseñan ciudades más sostenibles, sondea en el macro contexto una pregunta incómoda: ¿la inteligencia artificial podría estar acelerando la crisis climática que promete resolver?