La inversión sostenible -la integración de los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en el análisis y la toma de decisiones- ha experimentado un notable aumento en los últimos dos años. Partiendo de unos niveles modestos hace 15 años, se estima que actualmente supera los 30 billones de dólares. Una investigación reciente, realizada por la compañía DWS, sostiene que la pandemia generada por el COVID19 está acelerando la inversión estratégica para la inversión sostenible. La cuestión que se plantea ahora es si este tipo de inversiones se convertirá en la nueva normalidad o no.