En los últimos años y con la ayuda de la creciente exigencia por parte de electores, autoridades públicas y consumidores en pro de más y mejor información, se ha dado un paso adelante en materia de transparencia: registros sobre titularidades reales, intercambios automáticos de información financiera, portales de transparencia en el sector público y sin duda, redes y plataformas sociales, son síntomas (también catalizadores) de este progreso.