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La Responsabilidad Social Corporativa es una postura adoptada por muchas empresas durante a crisis sanitaria.

La crisis del covid-19 ha dado un giro de 180 grados a nuestras vidas, tanto nivel particular como profesional. Son muchas las empresas que han tenido que suspender su actividad diaria dejando sin trabajo a miles de personas, con el consiguiente endeudamiento con la solicitud de préstamos que puede suponer. 

Pero también han habido otros sectores que están aprovechando esta oportunidad para dar más conciliación y oportunidades de teletrabajo (impuesto) a sus empleados.

Sin embargo, el sector del gran consumo ha sabido aprovechar esta pandemia para fortalecer su estrategia de responsabilidad social corporativa, junto al reto que tienen de garantizar el abastecimiento de productos de primera necesidad en un momento tan delicado como este. 

Son muchas las empresas que en estos momentos están llevando acciones de RSC desde diferentes puntos de vista. Desde mostrar su apoyo al sector sanitario hasta aportar ayuda a los bancos de alimentos para los más necesitados.

Sector textil en la crisis del coronavirus

Pero si hay un ejemplo de acción de RSC más sonado en España, ese es el de Inditex. Desde los primeros días de la crisis, la empresa se volcó con el cierre de sus locales para evitar el contagio. Ahora, la empresa ha traído a España, hasta el momento, más de 35 millones de unidades de protección sanitaria a través de su logística. 

Muchas empresas del sector textil han parado su producción habitual par fabricar mascarillas quirúrgicas para suplir la falta de este material en los hospitales y farmacias. 

Empresas de gran consumo

Las empresas que han seguido ofreciendo servicios esenciales, y otras dedicadas al gran consumo como tiendas online han optado por diferentes estrategias. Por un lado, las grandes cadenas de superficies como supermercados están pagando más a sus trabajadores, una suerte de ‘plus por estar cara al público’ durante la pandemia. Es el caso concreto de Mercadona, que además ha extremado las medidas de seguridad para proteger a sus trabajadores, incluso antes de que lo demandara el Gobierno. 

Otras empresas optaron por la suspensión de los envíos a domicilio autoimponiendo el confinamiento a la empresa, especialmente en casos que no son esenciales como floristería, tiendas de moda, y frenar la expansión del virus. 

La banca ha sido otro de los sectores cuya vertiente más tradicional ha tenido que replegarse. Esto ha supuesto una oportunidad de oro para los bancos online e incluso los neobancos, preparados para operar sin salir de casa.

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NoticiasRSE/RSC/Sostenibilidad

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