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Con motivo del Día Internacional del Migrante celebrado el pasado 18 de diciembre, Aldeas Infantiles SOS alerta de que el número de niños, niñas y adolescentes que se ven obligados a huir de sus hogares a causa de la violencia, los conflictos armados, la pobreza y los desastres naturales no deja de crecer. Los expertos advierten que, a finales de 2021, la cifra ascendí a 36,5 millones, un dato que no incluye a los más de cinco millones de menores de edad ucranianos que se han visto desplazados tanto dentro como fuera del país a lo largo de 2022. Migrar nunca es sencillo, y menos aún para los menores, quienes a menudo se encuentran solos, carecen de acceso a servicios básicos y ven sus derechos vulnerados.

En 2000, la Asamblea General, teniendo en cuenta el gran y creciente número de migrantes en el mundo, proclamó el 18 de diciembre como el Día Internacional del Migrante. Ese día, en 1990, la Asamblea aprobó la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares.Migrar nunca es sencillo. Las personas dejan atrás su vida, rumbo a lo desconocido en busca de un futuro mejor. La migración es un fenómeno mundial impulsado por múltiples causas. Estas comienzan con aspiraciones de dignidad, seguridad y paz. Además, es importante destacar que, con demasiada frecuencia, se trata del comienzo de un viaje peligroso, a veces con un final fatal.

Los desplazamientos y moviminetos de personas se han dado a lo largo del tiempo y continúan con gran fuerza. Según datos de Aldeas Infantiles, en torno a 25 millones de niños, niñas y adolescentes en todo el mundo son desplazados internos, es decir, se han visto obligados a abandonar sus hogares a causa de la violencia o los conflictos armados, pero continúan dentro de su país. Y más de 15 millones son refugiados y solicitantes de asilo. Los datos oficiales registraron, a finales de 2021, 36,5 millones de personas migrantes menores de 18 años desplazadas, que aún no incluían a los más de cinco millones de niños, niñas y adolescentes ucranianos que han tenido que huir, ya sea dentro o fuera del país.Los expertos afirman que, por otra parte, los desplazamientos causados por desastres naturales también han aumentado considerablemente y afectaron a más de siete millones de niños, niñas y adolescentes en 2021.

Si bien migrar en condiciones extremas supone un peligro para todas las poblaciones, para los menores aún más. Aldeas Infantiles SOS alerta de que los derechos de los niños, niñas y adolescentes refugiados y migrantes no están garantizados y a menudo son violados en todos aquellos lugares donde hay crisis migratorias. El problema radica en que, durante los desplazamientos, los niños, niñas y adolescentes se enfrentan a un riesgo extremo de separación de sus familias, pérdida de seres queridos y violencia.  Desde la organización afirman que: “Todos ellos están expuestos a altos niveles de estrés antes de su partida, durante su viaje y continúan estándolo al llegar a su destino, lo que unido a la separación familiar eleva la probabilidad de que su salud mental se vea afectada”.

La organización de atención directa a la infancia recuerda que los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a protección, cuidados y educación, y a crecer con sus seres queridos siempre que esto sea posible, independientemente de su estatus migratorio o sus circunstancias personales o familiares. Asimismo, reclama a los gobiernos los recursos necesarios para garantizar sus derechos fundamentales. En este escenario, y con la guerra en Ucrania aún en curso, Aldeas Infantiles SOS hace un llamamiento a todos los gobiernos para que garanticen el respeto de los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes desplazados, y hace hincapié en que protegerlos es una obligación recogida en el derecho internacional.

 

 

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