El mundo atraviesa una serie de múltiples crisis interconectadas que está teniendo un enorme impacto en los niños y niñas. Un informe recientemente publicado por la agencia para la infancia de la ONU (UNICEF) detalla las tendencias que marcarán sus vidas en los próximos 12 meses. La publicación Prospects for Children in the Polycrisis: A 2023 Global Outlook (Perspectivas para los niños en 2023: Un panorama global) también examina otros rangos de áreas significativas, desde el impacto actual de la pandemia COVID-19 hasta la fragmentación de internet y la emergencia climática.
1. La pandemia: a pesar de todo hay esperanza
La pandemia del COVID-19 ha destacado la necesidad de una fuerte seguridad sanitaria global y muchos países siguen estando en peligro. El informe explica que son los niños y niñas quienes suelen ser los más vulnerables, no tanto al virus en sí, como a sus numerosos impactos, tales como el cierre de las escuelas y el consiguiente abandono escolar que esto supuso. . Al mismo tiempo, la pandemia ha impulsado notables avances en el desarrollo de vacunas y reformas en los sistemas sanitarios mundiales y, en 2023, es esencial que el mundo siga reforzando la arquitectura sanitaria en todo el mundo teniendo como prioridad a la infancia.
2. La inflación, el karma del año
El aumento de la inflación ha sido la noticia económica del año en muchos países, incluso en aquellos en los cuales no es un fenómeno económico frecuente. La crisis económica, advierten los expertos de UNICEF impacta de lleno en las familias y los menores. Los intentos de frenar la subida de precios también pueden tener graves consecuencias, como la desaceleración del crecimiento económico y la reducción de las oportunidades de empleo, sobre todo para los jóvenes. Es por ello, que la acción del gobierno para ampliar y proteger los beneficios sociales amortigua a los más vulnerables las consecuencias de la austeridad económica.
3. La inseguridad alimentaria y nutricional continuará
La tercera tendencia negativa que detalla el informe está vinculada a la alimentación. La inseguridad alimentaria ha ido en aumento como consecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, cuellos de botella en las principales cadenas de suministro y conflictos como la guerra en Ucrania. En este sentido, la investigación expone que, a medida que suben los precios, a las familias de todo el mundo les resulta más difícil alimentar a sus hijos, y es probable que esto continúe en 2023. Hacer que los sistemas alimentarios del mundo sean más resistentes es una forma de mitigar este problema.
4. La crisis energética causa un daño inmediato en la infancia
El otro gran problema actual es, decididamente, la energía. Para billones de personas, el aumento en los precios de la energía está incrementando drásticamente el costo de la vida, y las perspectivas para 2023 son inciertas. Estas perspectivas han impulsado una mayor atención a la transición hacia fuentes de energía limpias y sostenibles, con el potencial de crear nuevos puestos de trabajo para los jóvenes.
Sin embargo, muchos de ellos no se sienten preparados para estas nuevas carreras, por lo tanto, preparar a los jóvenes que buscan empleo con oportunidades de entrenamiento, necesita ser parte crucial de cualquier agenda de energía verde.
5. Financiación climática y alivio de la deuda
Los países con economías más vulnerables se enfrentan a múltiples retos mientras intentan recuperarse de la pandemia, abordar la crisis climática y hacer frente a las tensiones económicas, pero el apoyo financiero a estos países no está aumentando para satisfacer sus crecientes necesidades. Sin reformas que desbloqueen financiación adicional para el desarrollo, los recursos se dispersarán cada vez más y las necesidades urgentes quedarán sin cubrir, y eso son malas noticias para los niños advierten los investigadores. Las condiciones que imponen los organismos de crédito internacional que financian de manera deshonesta la deuda externa de muchos países impactan de manera directa y negativa sobre las y los niños.
6. La democracia bajo amenaza, los movimientos sociales retroceden
La democracia se ha visto cada vez más amenazada en los últimos años, y seguirá siendo un desafío en 2023. La inestabilidad política puede conducir a un cambio social positivo, pero también puede dejar la puerta abierta a líderes autoritarios. El estudio expone en la sexta tendencia que, en 2023, es probable que los jóvenes desempeñen un papel aún más distinguido en los movimientos sociales, ya sea en la acción por el clima, la salud mental, la educación o la igualdad de género. Su defensa será poderosa y contribuirá al impulse para el cambio.
7. Conflictos armados, niños en la línea de fuego
En una atmósfera de creciente faccionalismo, el multilateralismo se hace más difícil: el número de niños con necesidades se encuentra actualmente en su nivel más alto desde la Segunda Guerra Mundial, y es poco probable que un mundo antagónico conduzca a resultados positivos para los niños. En este escenario, el documento de UNICEF afirma que es necesario mejorar la cooperación internacional para las organizaciones multilaterales puedan abordar los retos a los que se enfrenta la infancia: todavía hay oportunidades para dejar a un lado las tensiones, encontrar un terreno común y dar prioridad al bienestar de los niños.
8. Internet se vuelve menos abierta y más fragmentada
Finalmente, la última tendencia está vinculada a factores tecnológicos, comerciales y políticos que están fragmentando la red en islas aisladas de conectividad y gobernanza. Los niños son particularmente afectados, ya que dependen en gran medida del internet para su educación y sus interacciones sociales. En 2023, es probable que veamos esfuerzos para promover una red libre, inclusiva y segura, y deben aprovecharse todas las oportunidades para crear un futuro digital que beneficie a los más pequeños.