Estos derechos no solo salvaguardan la diversidad y la identidad, sino que también desempeñan un papel fundamental en el crecimiento integral de cada individuo.
No obstante la realidad pone de manifiesto como siguen habiendo retos en el acercamiento de la cultura a todas las personas. Multitud de museos poseen barreras físicas que imposibilitan que todas los visitantes puedan realizar el recorrido de la misma manera, pero no solo hay barreras físicas sino también sensoriales o visuales.
Experiencias como la de Clare Barlow[1] demuestran que una exposición accesible va más allá de que carezca de barreras arquitectónicas. Clare ofreció una visita a su exposición “Being Human”, en honor a Henrietta Lacks, quien no fue reconocida por sus avances en la medicina. Durante la visita Clare señaló aspectos que aunque pasen desapercibidos son de gran utilidad para personas con discapacidad como pintar la pared con un tono oscuro haciendola resaltar con el suelo, de forma que se facilita la movilidad de personas con discapacidad visual, o tener en cuenta las sillas de ruedas para las zonas de proyecciones, no dejandolas a un lado como sucede en muchos museos. Este enfoque del espacio fue muy aclamado.
El 3 de diciembre de 2007 marcó un hito significativo para España al ratificar la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y su Protocolo Opcional. Este acto no solo representó un compromiso formal, sino también un firme respaldo al respeto de los derechos humanos, económicos, sociales y culturales de las personas con discapacidad.
En particular, el artículo 30 de esta convención destaca la importancia del acceso a la cultura como un derecho fundamental. De acuerdo con esta disposición, los Estados parte se comprometen a adoptar medidas concretas para garantizar que las personas con discapacidad puedan disfrutar de material y actividades culturales en formatos accesibles. Además, se establece la obligación de facilitar el acceso a lugares donde se ofrezcan servicios culturales, incluyendo los museos.
La evaluación de la calidad de los servicios de los museos de titularidad estatal en 2007, llevada a cabo por AEVAL, revela que más del 20% de las sugerencias de mejora están relacionadas con la necesidad de adaptar accesos e instalaciones para personas con discapacidad.
En España los museos hacen diversas iniciativas para incluir a las personas con discapacidad, por ejemplo en el caso del Museo del Prado y Thyssen-Bornemisza se organizan[2] visitas con interpretes de lenguas de signos española (LSE) y lazos de inducción magnetica. Además ambos museos cuentan con audiodescripciones de las obras y programas de sensorilización.
Como resalta Ana María Sánchez Alcedo en “La apertura del museo al público con discapacidad: conocimiento, accesibilidad y planificación”[3] es fundamental la planificación para conseguir la accesibilidad apropiada en los espacio culturales.
Hay diversas iniciativas [4] para garantizar los derechos de personas con discapacidad en la cultura como “Apropa Cultura” una iniciativa con presencia en Cataluña e Islas Baleares que ofrece distintas actividades culturales uniendo a programadores culturales (equipamientos culturales y festivales) con las entidades del sector social para hacer la cultura accesible. Reservan entradas y reducen precios para sus destinatarios, y también ofrecen talleres y visitas guiadas.
Otra propuesta sería el "Festival Simbiotic", una iniciativa orientada a ofrecer presentaciones accesibles desde diversas ópticas, tanto en términos de contenidos artísticos con audiodescripción en tiempo real como en la comunicación a través de programas de mano de fácil lectura. Además, se busca implementar políticas de accesibilidad, como la disponibilidad de entradas con descuentos.
En conclusión, la garantía de derechos culturales para personas con discapacidad no solo enriquece nuestras comunidades con diversas perspectivas, sino que también contribuye a construir un mundo más equitativo y respetuoso con la singularidad de cada individuo. La inclusión cultural se revela como un viaje colectivo para edificar un futuro más prometedor y enriquecedor para todos.
[1] Marshall, A. (2019, septiembre 10). ¿Este es el museo más accesible del mundo? The New York times. https://www.nytimes.com/es/2019/09/10/espanol/cultura/museo-discapacitados-wellcome-collection.html
[2] El Paseo del Arte accesible. (s/f). Turismo Madrid. Recuperado el 3 de enero de 2024, de https://www.esmadrid.com/paseo-del-arte-accesible
[3] Salcedo, A. M. S. (s/f). La apertura del museo al público con discapacidad: Gob.es. Recuperado el 11 de enero de 2024, de https://www.cultura.gob.es/dam/jcr:c1fa574e-16ca-449e-b68d-f969d8a3cfba/apertura-museo-publico-discapacidad.pdf
[4] Socióloga, B. C. (s/f). Cultura accesible para garantizar los derechos de las personas con discapacidad. Guttmann.com. Recuperado el 3 de enero de 2024, de https://siidon.guttmann.com/files/sr_107_cegarra_culturaaccesible.pdf
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