En el trasfondo de una evolución empresarial significativa se encuentra la creciente valoración del talento humano como el activo primordial de las empresas. En un entorno donde el talento es un recurso escaso y altamente disputado, las organizaciones compiten agresivamente por atraer y retener a los mejores profesionales, crucial para su crecimiento y éxito sostenible. Este panorama se torna aún más desafiante en un contexto empresarial cada vez más complejo y dinámico, donde la "guerra por el talento" se intensifica, exigiendo a las empresas adaptarse estratégicamente para asegurar su posición competitiva.
En este escenario, surge la pregunta de si las empresas familiares están preparadas para enfrentar este desafío y si han desarrollado una estrategia de gestión de talento clara que les permita mantener su competitividad y aprovechar sus activos de manera efectiva. Esta reflexión encuentra eco en el informe "La empresa familiar ante el nuevo entorno laboral", elaborado por EY Insights e IE Business School.
El informe destaca que, al analizar el mercado laboral y su impacto en el éxito empresarial, es esencial considerar el profundo proceso de transformación que estamos presenciando. Los profesionales contemporáneos no solo demandan, sino que esperan flexibilidad, remuneraciones competitivas y oportunidades de desarrollo. Esta mentalidad redefine las relaciones laborales, con los trabajadores mostrando una disposición cada vez mayor a cambiar de empleo si sus demandas no son satisfechas, lo que refleja un aumento en su capacidad de negociación en el mercado laboral.
Ante estos cambios disruptivos, las empresas, incluidas las familiares, compiten por atraer, retener y desarrollar talento para mejorar su ventaja competitiva. Eventos como la pandemia de COVID-19 y el avance de la inteligencia artificial han impulsado la adopción de prácticas más flexibles y transparentes en la gestión de recursos humanos. En este contexto, las empresas familiares deben reconocer la importancia de adaptarse a estos cambios para no quedarse rezagadas y perder atractivo para los profesionales más talentosos.
El estudio de EY resalta que las empresas familiares tienen una serie de ventajas y recursos que las sitúan en una posición favorable para atraer y retener talento. Su arraigo en valores, estructuras ágiles y capacidad para tomar decisiones basadas en una comprensión profunda de su mercado y empleados son factores clave. Sin embargo, estas ventajas no siempre se perciben claramente por parte de los trabajadores, lo que puede afectar su capacidad para captar y retener talento.
Los resultados de la investigación revelan que, si bien los motivos de abandono y permanencia en el trabajo son similares para empresas familiares y no familiares, existen diferencias significativas. La estabilidad laboral, la flexibilidad y un buen ambiente de trabajo son factores cruciales para la retención del talento en empresas familiares, mientras que la insatisfacción con el salario y la falta de flexibilidad son motivos más influyentes para abandonar el puesto en estas empresas.
En conclusión, el informe subraya la necesidad de que las empresas familiares avancen hacia una nueva cultura del talento, aprovechando sus activos y fortalezas para adaptarse con éxito a un entorno empresarial cambiante. Este enfoque no solo promueve la competitividad empresarial, sino que también contribuye al desarrollo sostenible al fomentar la estabilidad laboral y fortalecer el tejido social y económico de las comunidades donde operan estas empresas.