Los Estándares voluntarios de informes de sostenibilidad para pymes (VSME) se presentan como un marco de reporte recomendado para aquellas empresas que no entran en el ámbito de aplicación de las Normas de información sobre sostenibilidad (NEIS), ni tampoco de la adaptación de estas para pymes cotizadas (LSME), pero que desean incorporar criterios acordes a los establecidos en la CSRD, ya sea por iniciativa propia o en respuesta a las demandas de otros actores (como inversores o grandes clientes corporativos)
Aunque se prevé que las aportaciones a la consulta y los test de uso puedan suponer cambios significativos, está previsto que las VSME puedan ser una herramienta clave para involucrar a las pymes en la transición hacia una economía más sostenible y socialmente justa. Es imprescindible que cualquier avance en el ámbito de la RSC incluya a las pymes en su punto de mira, de modo gradual y proporcionado: al fin y al cabo, el 99,8% del total de empresas en España tiene menos de 250 trabajadores, y apenas el 0,1% ingresó más de 50 millones de euros durante el año 2023, según datos del Ministerio de Industria y Turismo. El mismo Ministerio recoge, en su Marco Estratégico de Política para Pymes 2030, que estas “suponen el 99,8% de las empresas, representan poco más del 62% del Valor Añadido Bruto (VAB) y el 66% del empleo empresarial total”.
La propuesta fue presentada en enero de 2024, y el EFRAG ha abierto una consulta pública para recibir aportaciones hasta el 21 de mayo. Está dirigida a las micro, pequeñas y medianas empresas, definidas como aquellas de menos de 250 trabajadores, un balance total de hasta 20 millones de euros y unos ingresos netos anuales de hasta 40 millones de euros, que no estén cotizadas en mercados de valores. Recientemente, el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) ha presentado una traducción no oficial de este borrador de Norma voluntaria, que incluye tres módulos utilizables en sus diferentes combinaciones:
Como se puede apreciar, el borrador presentado por EFRAG responde a una lógica progresiva: existe una gradualidad y flexibilidad en el uso de estos estándares voluntarios. Mientras que las micropymes podrían limitarse a reportar las 12 métricas del Módulo Básico, las empresas de mayor tamaño dentro del segmento de las pymes podrían acogerse adicionalmente a los otros dos módulos, llegando incluso a reportar los 3 de manera completa. El documento proporciona sugerencias para el cálculo y la presentación estandarizada de los diferentes criterios de reporte en los tres módulos.
La propuesta de las VSME puede ser especialmente beneficiosas para las pymes que forman parte de las cadenas de suministro de las grandes empresas o del Sector Público, ya que estas pueden enfrentar mayores exigencias para recopilar y presentar información sobre su desempeño en sostenibilidad y responsabilidad social. Tener una visión clara de este desempeño puede ayudar a que las empresas se abran paso en nuevos mercados y aprovechar mejor las oportunidades de negocio vinculadas al desarrollo sostenible. Sin embargo, en términos generales, cualquier empresa, independientemente de su tamaño, podría beneficiarse del esquema propuesto por EFRAG para registrar mínimamente sus compromisos, mecanismos y resultados en gestión en social y ambiental. De manera complementaria, EFRAG está realizando un test de uso de dichos estándares entre compañías potencialmente interesadas. Y en paralelo, se mantiene abierta hasta la misma fecha la consulta sobre los estándares obligatorios para pymes cotizadas en mercados de valores.
Tras un primer análisis de la propuesta de VSME, el balance general es positivo, y así se ha reflejado en nuestra participación en la consulta abierta por el EFRAG. Se trata de una herramienta gradual y que aporta unos criterios y orientaciones mínimas, con las cuales la empresa puede orientarse a la hora registrar y comunicar su desempeño. Puede facilitar la incorporación de la sostenibilidad y la responsabilidad social en la gestión de las pymes, y el aprovechamiento de las ventajas competitivas y de acceso a mercados que pueden derivarse de un modelo de negocio responsable.
Este marco de reporte voluntario, aunque sea de carácter elemental y susceptible de incluir nuevas temáticas, especialmente en lo que respecta a los aspectos sociales, menos desarrollados que los ambientales, puede servir para articular prácticas y modelos de gestión y de reporte adaptados a las necesidades de las diferentes empresas. Desde micropymes que están enfrentando por primera vez los desafíos de la sostenibilidad, hasta medianas empresas que ya tienen una cierta experiencia en su gestión, este marco puede proporcionar una estructura para abordar estos temas de manera gradual y escalable.
Es cierto que muchas medianas, pequeñas e incluso microempresas ya han integrado consideraciones de sostenibilidad y responsabilidad social en sus modelos de negocio. Sin embargo, es crucial que tanto las administraciones públicas como el Tercer Sector proporcionen herramientas de acompañamiento para facilitar la adaptación a los nuevos requisitos de divulgación voluntaria de información no financiera. Este apoyo debe amortiguar los costes de transición, promover el desarrollo de competencias y en definitiva, fortalecer la capacidad de las pymes para gestionar y comunicar su desempeño en sostenibilidad y responsabilidad social de manera autónoma.