Vivimos en una era en la que estamos condenados a convivir constantemente con una inestabilidad climática que nos perjudica a nosotros y a nuestro entorno. Es una batalla a contrarreloj. Esta crisis climática afecta a las prácticas y a los modos de vida tradicionales como también a costumbres, creencias y formas de expresión cultural debido a los fenómenos extremos, a la pérdida de biodiversidad o los posibles cambios en los patrones climáticos.
Esa inestabillidad climática se ve reflejada en la manera de cómo nostros nos relacionamos con la naturaleza debido al cambio de temperaturas, alteración de las estaciones… Y de cómo ésta se distancia del patrimonio inmaterial cultural.
¿Es la crisis climática responsable de la segregación cultural?
Bennounce, en un documento en el que cita una investigación de la UNESCO que ya en 2005 veía que el cambio climático se cernía sobre el 72% del patrimonio natural y cultural documentado. Sin embargo le suma un estudio académico que en 2014 concluía que más de 130 sitios culturales del patrimonio mundial estaban expuestos, a lo largo del plazo, a la subida del nivel del mar: desde el yacimiento arqueológico a Cartago (Túnez) hasta las grutas de Elefanta (India). La alteración en el hábitat de las zonas naturales protegidas están sufriendo más consecüencias.
A través de la situación actual, se crea el fenómeno de la segregación cultural, causada de cierta manera, por la discriminación y exclusión de las culturas de las sociedades rebajadas por occidente. Éstas sufren del gran impacto desproporcionado del cambio climático. Poblaciones vulnerables que acaban siendo las que más sufren y las menos responsables de la crisis medioambiental.
Su huella cultural es mucho más próxima a la naturaleza. Con lo cual la preservación de la diversidad cultural se ve desafiada por la crisis climática, ya que aleja a esas poblaciones de su conexión con la cultura y la naturaleza y las deja sin su derecho cultural.
Soluciones para reforzar el derecho cultural de todos y hacer frente a la crisis climática
Con la estabilización del clima y una mayor responsabilidad por parte de la ONU y unas leyes más estrictas, conseguiríamos estabilizar el clima de manera que el patrimonio cultural y los derechos culturales estuvieran reforzados y protegidos, para eso depende de nosotros ser conscientes de la importancia de las tradiciones y de las culturas más primitivas, las que más conectadas están con la naturaleza, sean o no del mundo occidental. Dentro de la cultura tiene que haber cabida para todo tipo de tradiciones. El cambio climático es la gran conseüencia que está creando una separación entre los tipos de culturas y las distindos mundos en los que vivimos, pero nosotros somos los responsables y esto deja los derechos culturales de las personas con menos recursos mucho más limitados que los que habitan en el primer mundo.
Hago hincapié en las injusticias que se presentan entre las distintas poblaciones y su derecho a la preservación de la cultura. Por ejemplo, ¿Por qué Taylor Swift debe usar un jet privado para viajar hacia el país en el que va a dar su próximo concierto y que sea responsable de un número de emisiones de carbono mucho más grande que el de cualquier persona que no tiene las mismas oportunidades pero que intenta conservar su huella cultural? Imaginemos que una persona intenta visitar un templo cerca de su residencia pero por condiciones metereológicas extremas dadas últimamente no puede asistir o, incluso las personas que intentan cocinar con productos provenientes de su agricultura pero que, debido a las grandes sequías que se ocasionan (cada vez más habituales), la producción de los alimentos es mucho más limitada y no tienen acceso a ella.
La UNESCO ha advertido la importancia de proteger los sitios declarados como Patrimonio Cultural de la humanidad, de los impactos del cambio climático. Incluso señala que uno de cada tres sitios naturales, y uno de cada seis sitios de patrimonio cultural están hoy en día en riesgo.
Cabe recalcar que la economía y las grandes producciones son un factor que no dejan que el derecho cultural entre grandes y pequeñas poblaciones sea más ético y que tengan las mismas oportunidades, pero, ¿cómo podríamos lograr estabilizarlo?
Fortaleciendo la infraestructura y estableciendo regulaciones políticas con las que se tuvieran en cuenta los impactos del cambio climático como también reducir las emisiones desde el sector cultural. Serían dos puntos importantes a tener en cuenta para poder preservar las tradiciones de todas las poblaciones como también proteger su huella cultural del cambio climático.
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