Un nuevo informe de la Asociación Mundial para la Reducción de la Quema de Gas (GGFR, por sus siglas en inglés) del Banco Mundial, ha encendido las señales de alarma: los avances mundiales relacionados con la reducción de la quema de gas (una práctica antieconómica de la industria, que consiste en quemar gas natural durante la producción de petróleo) se han estancado en la última década. Se trata de aquellos procedimientos que liberan contaminantes en la atmósfera, y se calcula que por medio de estos se han liberado 361 millones de toneladas de dióxido de carbono, 39 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono equivalente en forma de metano, y carbono negro (hollín), lo que contribuye significativamente al calentamiento global.