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Se trata de una propuesta urbanística que busca crear entornos más sostenibles, equitativos y amigables para las personas, reduciendo la dependencia del automóvil y promoviendo una mayor calidad de vida en las ciudades. Esta idea fue popularizada por el urbanista francés Carlos Moreno y aquí te contamos sus principales beneficios.
El futuro ya está aquí: ciudades de 15 minutos

Actualmente, el 56% de la población vive en ciudades y, de acuerdo con la ONU, para el año 2050 dos terceras partes de la población vivirá en una. Estas cifras plantean la necesidad de repensar y rediseñar las ciudades. Esto fue lo que llevó al urbanista y profesor en La Sorbona, Carlos Moreno, a desarrollar el concepto de “ciudades de 15 minutos” en 2016. En esencia, las ciudades de 15 minutos se basan en la idea de que los servicios y las necesidades cotidianas, como trabajo, vivienda, educación, comercios, atención médica y espacios recreativos, deberían estar a una distancia accesible de 15 minutos a pie o en bicicleta desde el lugar de residencia de las personas. Es decir, se busca que los ciudadanos puedan satisfacer la mayoría de sus necesidades diarias sin tener que utilizar vehículos motorizados y sin enfrentar largos desplazamientos.

Implementar el concepto de ciudades de 15 minutos requiere una planificación urbana integral, que incluya el diseño de espacios públicos accesibles, la promoción del transporte sostenible, la diversificación de servicios en los vecindarios y la participación activa de la comunidad en la toma de decisiones. Es una visión a largo plazo que busca transformar la forma en que vivimos y nos movemos en las ciudades para hacerlas más habitables y sostenibles.

Si bien hay muchos principios que definen a este tipo de ciudades, desde Mapfre afirman que existen algunas características comunes en todas ellas: 

  • Proximidad: este tipo de ciudades se caracterizan por ser núcleos compactos en los que vivir, trabajar, comprar, llevar a los niños al colegio, ir al médico y disfrutar del ocio sin gastar mucho tiempo en trasladarse de un sitio al otro.
  • Movilidad sostenible: la proximidad evita el uso del coche y promueve el traslado a pie y en bicicleta. Por ello es necesario diseñar calles amigables para los peatones y crear carriles para bicicletas más seguros. Esto ahorra tiempo y dinero a las personas, a la vez que reduce la contaminación y mejora la calidad del aire.
  • Espacios públicos verdes: al diseñar las ciudades para las personas y no para los coches, las calles se transforman en espacios verdes. Esto promueve la interacción entre ciudadanos y un mayor uso del espacio público. Además, dota a la ciudad de “pulmones” con los que limpiar el aire y mejorar su calidad.

Algunos de los beneficios de las ciudades de 15 minutos incluyen:

  1. Reducción del tráfico y la congestión: Al tener todo cerca, se reduce la necesidad de desplazamientos largos y el uso de automóviles, lo que disminuye el tráfico y la congestión en las calles.
  2. Menor contaminación del aire y del ruido: Con menos vehículos circulando, se reduce la emisión de gases contaminantes y el ruido del tráfico, lo que mejora la calidad del aire y del ambiente sonoro.
  3. Fomento del transporte sostenible: Al diseñar las ciudades de manera que sea más conveniente caminar o usar bicicleta, se promueve el uso de modos de transporte más sostenibles y amigables con el medio ambiente.
  4. Estimulación económica local: Al promover el comercio local y las pequeñas empresas, se fortalece la economía local y se crea un sentido de comunidad más fuerte.
  5. Mayor calidad de vida: La accesibilidad a servicios y espacios recreativos cerca del lugar de residencia mejora la calidad de vida de los ciudadanos, ya que se ahorra tiempo y se reduce el estrés asociado con los desplazamientos largos.
  6. Fomento de la vida comunitaria: Al crear vecindarios más integrados y con una mayor variedad de servicios, se fomenta la vida comunitaria y el sentido de pertenencia.
  7. Mayor resiliencia ante crisis: Las ciudades de 15 minutos pueden ser más resilientes ante crisis como pandemias o desastres naturales, ya que cuentan con una infraestructura más distribuida y flexible.

Si bien se trata de una apuesta grande y hacia el futuro, ya que reorganizar una ciudad no siempre es fácil, y no todas las ciudades pueden aplicar este concepto, las ciudades de 15 minutos ya se han popularizado en distintas partes del mundo y, actualmente ya hay 16 ciudades  que han adoptado este enfoque:

  • París: ha sido una de las primeras en implementar estos principios. Su implementación contó con mejoras en el transporte público, reorganización del espacio urbano y la creación de muchos carriles para bicicletas.
  • Portland: esta ciudad norteamericana, está trabajando en la reorganización de sus calles. El gobierno tiene como objetivo para 2030 que el 80% de sus habitantes puedan realizar todas sus actividades diarias invirtiendo 20 minutos en traslados o menos.
  • Bogotá: si bien aún se están implementando algunas medidas, Bogotá se ha comprometido a avanzar con proyectos que involucran mejoras en el transporte público, la planificación urbana y la creación de espacios verdes.
  • Melbourne: el gobierno inició proyectos piloto en 2018 para crear vecindarios autosuficientes en la que los ciudadanos tengan acceso a todos los servicios necesarios a una distancia máxima de 20 minutos.
  • Copenhague: conocida por su cultura ciclista y su red de carriles para bicicletas, esta ciudad comparte muchos principios con las ciudades de 15 minutos, si bien no utiliza este término explícitamente.
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