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Los efectos del calentamiento global son múltiples. Entre otros, se encuentran las migraciones climáticas. Un monográfico recientemente publicado por expertos de BBVA explica cuáles son las consecuencias de este fenómeno cada vez más frecuente en el mundo entero.
Cambio climático: cuando migrar significa sobrevivir

Las migraciones climáticas, también conocidas como migraciones medioambientales o desplazamientos forzados por el cambio climático, se refieren a los movimientos de personas que se ven obligadas a abandonar sus lugares de origen debido a factores climáticos y ambientales que amenazan su seguridad, subsistencia y bienestar. Estos desplazamientos pueden ser causados por una combinación de eventos extremos, degradación ambiental y cambios en los patrones climáticos. Algunas de las causas de estas son:

  1. Eventos climáticos extremos: Fenómenos como huracanes, tormentas, inundaciones, sequías y olas de calor cada vez más frecuentes e intensos debido al cambio climático pueden destruir hogares, infraestructuras y medios de vida, forzando a las personas a abandonar sus comunidades.
  2. Degradación del medio ambiente: La degradación de los recursos naturales, como la erosión del suelo, la desertificación y la deforestación, puede reducir la productividad agrícola y agotar los recursos hídricos, lo que lleva a la pérdida de empleo y dificulta la subsistencia.
  3. Aumento del nivel del mar: El aumento del nivel del mar provocado por el deshielo de los glaciares y la expansión térmica de los océanos amenaza a las comunidades costeras, obligándolas a desplazarse hacia áreas más seguras.
  4. Escasez de recursos: La escasez de agua potable y alimentos debido a fenómenos climáticos extremos y cambios en los patrones de precipitación puede forzar a las personas a buscar nuevas áreas donde puedan satisfacer sus necesidades básicas.

Un monográfico recientemente publicado por un equipo de expertos de BBVA explica que el cambio climático es una realidad, es un hecho que se percibe y se siente por el aumento de las temperaturas, el incremento del nivel del mar, las sequías y los incendios. Este escenario de emergencia tiene numerosas consecuencias pero, sin duda, uno de los mayores impactos son las migraciones climáticas.

La publicación recuerda que en diciembre de 2010 en Túnez comienzan los levantamientos de la Primavera Árabe. Los movimientos que duraron hasta 2013 con efectos económicos, políticos y sociales en todos los continentes, se extendieron rápidamente en Libia, Yemen y Siria. Estos acontecimientos marcaron un antes y un después en las migraciones climáticas. Por primera vez, una investigación científica promovida por el Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados, con sede en Austria, confirmó el “vínculo causal entre cambio climático, conflicto y migración”. Los datos constataron que los efectos extremos del clima, como la sequía, contribuyeron a los conflictos de la Primavera Árabe y a la guerra civil en 2011 y la migración en Siria.

Se trata de un fenómeno que luego se extendió hacia otras latitudes y que ocurre cada vez con mayor frecuencia e intensidad.  Según la publicación, los desplazados internos en todo el mundo sumaban a final de 2021 un total de 59 millones. De ellos, más de 38 millones se produjeron durante ese año y fueron provocados por los conflictos y los desastres. De los desplazamientos internos de 2021, Filipinas, Etiopía y Afganistán encabezan los casi 14 millones y medio originados por el conflicto y la violencia. Los desastres superan este dato con 23,7 millones: un récord que, como muestra el ‘Informe Global del Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno’ (iDMC), viene marcado por los efectos del cambio climático en los últimos años. Es la cara oculta de las migraciones climáticas. Los expertos advierten que las situaciones trágicas que hay detrás de cada historia varían según el tipo de efecto. Los terremotos, los volcanes y los movimientos de la tierra encabezan los impactos, seguidos de las tormentas, inundaciones como las que están destruyendo Pakistán, ciclones, huracanes, incendios y sequías. Algunos de los efectos más graves de las migraciones climáticas son:

  1. Desplazamiento forzado: Las migraciones climáticas pueden provocar el desplazamiento de comunidades enteras, con graves consecuencias para la cohesión social y la estabilidad de las regiones afectadas.
  2. Conflictos y tensiones: La competencia por recursos limitados en las áreas receptoras puede generar tensiones y conflictos entre las poblaciones desplazadas y las comunidades locales.
  3. Pobreza y marginalización: Las personas desplazadas a menudo enfrentan dificultades económicas y sociales en sus nuevas ubicaciones, lo que puede llevar a la pobreza, la marginación y la exclusión.
  4. Impacto en la salud: Las migraciones climáticas pueden exponer a las personas a condiciones de vida insalubres y aumentar la propagación de enfermedades, especialmente en asentamientos improvisados y superpoblados.
  5. Desafíos para la adaptación: Las áreas receptoras pueden tener dificultades para manejar la afluencia de personas desplazadas y proporcionar servicios básicos como vivienda, educación y atención médica.
  6. Presión sobre las infraestructuras: Las migraciones climáticas pueden ejercer presión sobre las infraestructuras existentes, incluidas las redes de transporte, energía y comunicación, lo que puede dificultar aún más la respuesta y recuperación.

Los impactos de la crisis climática gritan con fuerza y, tras más de 50 años de advertencias, sus rugidos suenan cerca.  El documento publicado por BBVA recuerda que, sin llegar de momento a los 52 grados de Irán, los más de 40 registrados durante este verano han venido para recordarnos que el cambio climático y sus consecuencias se han adelantado y ya están aquí. En algunos lugares con temperaturas récord, como en Reino Unido o China. Casi 2.000 muertes solo en el mes de julio de 2022 se atribuyen a la temperatura en España. El estudio ‘Impacto a nivel de ciudad de las temperaturas extremas y la mortalidad en América Latina’ publicado en Nature también señala la causa-efecto de las temperaturas extremas y la mortalidad en 9 países a lo largo de 14 años.

En esta misma línea, ACNUR denuncia que más de 20 millones de personas al año no cuentan con condiciones de vida favorables y tienen que abandonar su hogar por la escasez de recursos naturales y los fenómenos extremos que provocan las fuertes lluvias, sequías, desertificaciones, los ciclones o el aumento del nivel del mar. Esta agencia de la ONU para los refugiados trabaja en el desarrollo de marcos normativos que protegen a los desplazados y en la prevención y acción para disminuirlos.

Para muchas personas hoy, migrar significa sobrevivir. El traslado de una persona o grupos de personas que, predominantemente por cambios repentinos o progresivos en el entorno debido a los efectos del cambio climático, están obligadas a abandonar su lugar de residencia habitual, u optan por hacerlo, ya sea de forma temporal o permanente, dentro de un Estado o cruzando una frontera internacional”. Así define la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) los flujos migratorios. Con un cambio brusco de clima comenzó también el éxodo de nuestra especie desde el continente africano hacia Europa y Asia. La sequía provocó la primera ola de migraciones documentada y el clima húmedo favoreció las migraciones de Homo Sapiens fuera de África. Ahora, más de 60.000 años después, se repite la agonía de la supervivencia como modo de vida.

De la caza y recolección de los nómadas a la agricultura y ganadería que transformaron los modos de vida de las personas hasta convertirse en sedentarias. Con la falta de vida, hoy mucha gente vuelve a ser migrante obligada a recorrer kilómetros en búsqueda de un nuevo hogar. Así comienza para muchas personas ‘El viaje a ninguna parte’: cargadas antes de emprender su viaje con el peso del dolor, fuera de sus casas y todos los recuerdos que arrastrar. La supervivencia y unas condiciones óptimas de habitabilidad son su lucha diaria. Para garantizar la creación de este escenario, una red de organizaciones no gubernamentales internacionales y la ONU -agrupadas en el ‘Global Protection Cluster’ (GPC)- coordinan, implementan y proporcionan consultas sobre leyes y políticas que protejan a los desplazados internamente en contextos de crisis humanitarias relacionadas con el cambio climático.

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