La respuesta es no necesariamente. Los efectos que la guerra entre Rusia y Ucrania está provocando a nivel global son innegables. En un mundo globalizado como el actual, cualquier transformación altera el orden. En este sentido, casi todas las economías se han visto afectadas y la gran pregunta ronda en torno a qué sucederá con la cuestión energética y, por ende, climática. John Letzing, Editor Digital del Foro Económico Mundial sostiene que la invasión rusa en Ucrania no tiene por qué obstaculizar el progreso climático. Entre otras razones, el experto advierte que un aspecto positivo que puede desprenderse de la situación energética actual es que esta puede agudizar el interés por abandonar los combustibles fósiles, independientemente de su procedencia.