Más de 200.000 víctimas fueron identificadas entre 2020 y 2023, pero se estima que la cifra real es mucho mayor. Mujeres, niñas y niños siguen siendo los principales objetivos de las redes de trata, especialmente en contextos de guerra, desplazamiento o crisis climática, donde las organizaciones humanitarias advierten de una alarmante vulnerabilidad.