Las pequeñas y medianas empresas (pymes) representan el 99,8% del tejido empresarial en España, según el último informe de la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa. Dentro de este sector, las microempresas, que emplean a menos de diez personas y facturan menos de dos millones de euros anuales, enfrentan grandes retos para adaptar sus prácticas empresariales a las exigencias sostenibles. A pesar de su relevancia económica, estas empresas disponen de menos recursos para gestionar el cumplimiento de normativas ambientales y administrativas.
El informe anual del Observatorio de la Responsabilidad Social Corporativa en España revela que solo el 23% de las microempresas cuentan con políticas medioambientales y un bajo 18% ha implementado medidas para reducir su consumo energético. Estos datos destacan la creciente importancia de la sostenibilidad, que no solo influye en las decisiones de los consumidores, sino que también ofrece a las empresas la oportunidad de mejorar su competitividad a través de la integración de criterios sociales, ambientales y de gobernanza (ASG).
En este contexto, la Fundación COPADE ha lanzado una guía con más de 100 recomendaciones para que las microempresas españolas adopten diferentes estrategias de sostenibilidad. El objetivo es que las microempresas españolas tengan el camino más fácil para lograr su transición hacia prácticas empresariales más sostenibles. Esta guía, resultado de la iniciativa “Microempresas y ODS”, ha sido posible gracias al apoyo de la Asociación Española Multisectorial de Microempresas (AEMME) y la financiación del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. A través de esta iniciativa, COPADE ha proporcionado diagnósticos personalizados y herramientas prácticas para que las microempresas mejoren su impacto ambiental y social.
La guía aborda una serie de barreras y puntos fuertes identificados en estudios previos, que muestran que las microempresas reconocen la importancia de contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), pero se enfrentan a obstáculos como la falta de información, recursos financieros limitados y la necesidad de un apoyo institucional más fuerte. Además, se ha resaltado la urgencia de crear programas de capacitación específicos y ofrecer incentivos fiscales para fomentar la implementación de prácticas sostenibles.
Entre las recomendaciones destacadas en la guía se incluyen prácticas para reducir el consumo de energía, minimizar residuos y emisiones, y mejorar las condiciones laborales. Asimismo, se sugiere la creación de metas claras y medibles en sostenibilidad a medio y largo plazo, así como la inversión en la formación continua de los empleados.
Además de la implementación de estas prácticas, la Fundación COPADE subraya la importancia de obtener certificaciones y sellos de sostenibilidad para que las microempresas puedan demostrar su compromiso y generar confianza en sus clientes. Entre las certificaciones recomendadas figuran la de Madera Justa, para garantizar el origen sostenible de este material, el sello Carbón Neutral, que permite compensar las emisiones de carbono, y la Huella ASG – Desempeño Sostenible. Esta última certificación se presenta como una herramienta clave para medir el impacto de las empresas en cinco áreas clave: equipo, comunidades, cadena de suministro, medioambiente y gobernanza.
Según Javier Fernández, fundador y director general de COPADE, medir la Huella ASG permite a las empresas no solo identificar cómo sus operaciones afectan al entorno, sino también mejorar su reputación, atraer inversores y acceder a nuevos mercados. Además, facilita la identificación de riesgos y oportunidades, lo que puede ser crucial para la evolución y el éxito a largo plazo de las microempresas.
Con esta nueva guía, COPADE busca empoderar a las microempresas españolas para que den un paso firme hacia la sostenibilidad, mejorando no solo su competitividad, sino también su contribución al desarrollo social y ambiental del país.
