No podemos dejar de lado cuando hablamos de movilidad la cuestión de su sostenibilidad, con la que todos estamos de acuerdo; necesitamos movernos de una forma menos contaminante y reducir las emisiones, pero no menos claro está que la movilidad es un derecho de la sociedad al que no podemos renunciar, ni limitar a base de regulaciones, sino que debemos promover una movilidad multienergética, con la transición hacía tecnologías y vehículos no contaminantes, aprovechando todas las capacidades actuales.
Este proceso hacia la movilidad sostenible no está exento de retos ante la emergencia climática y el desafío en salud ambiental. La movilidad excede del ámbito de las ciudades, pues también afecta al transporte de mercancías por carretera.
La entrada en vigor desde el 1 de enero de 2023 de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) para los municipios de más de 50.000 habitantes, según la Ley de Cambio Climático y Transición Energética aprobada en 2021, va a provocar un efecto dinamizador en la mejora y renovación de flotas y vehículos particulares por otros menos contaminantes para acceder a los entornos urbanos.
Las ZBE regularán más de 149 ciudades, sobre un total de 25 millones de habitantes, el 53% de la población española, por lo que ante este escenario no podemos obviar la necesidad de una política de subvenciones para que las empresas puedan renovar sus flotas, en sectores como la Distribución Urbana de Mercancías (DUM), pilar esencial de reparto de bienes y servicios en las ciudades en activades como el canal Horeca, farmacias, comercio electrónico, etc., así como para los ciudadanos que utilizan el vehículo privado en un 44% de sus desplazamientos, según los datos del Observatorio de la Movilidad Metropolitana (OMM) en España.
Aunque existen múltiples modos de movilidad: transporte público, car sharing, patinetes eléctricos, bicicletas, peatonalización de los centros urbanos, etc. hay que ofrecer acceso a vehículos no contaminantes, con incentivos económicos, pues no olvidemos que el parque móvil de España tiene una antigüedad dos años superior a la media europea, con una edad media de 13,5 años (datos Anfac del Informe Anual 2021).
Las soluciones a estas cuestiones esperemos que vengan de la mano del Proyecto de Ley de Movilidad Sostenible presentado el 19 de diciembre de 2022, aún en fase de enmiendas en febrero de 2023 en el Congreso de los Diputados.
En el caso del transporte de mercancías por carretera, responsable del 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero en España, hay que dotar por las Administraciones Públicas subvenciones a las empresas para renovaciones de la flota con los vehículos de tecnologías menos contaminantes. Como respuesta a los combustibles convencionales, las grandes alternativas son la utilización de gas renovable Bio -GNL y biometano con una infraestructura de cerca de 100 estaciones a nivel nacional de Gas Natural Licuado GNL, compatible en estas estaciones y neutro en emisiones de CO2 y los camiones de pila de combustible de Hidrógeno que también es neutro en emisiones y que produce solamente vapor de agua en el proceso.
Solamente promoviendo una movilidad multinergética, haciendo uso de todas las tecnologías a nuestro alcance podremos llegar a conseguir los ambiciosos objetivos de descarbonización y reducción de contaminantes, que marcan la Agenda 2030.
Por nuestra parte desde Redexis, estamos impulsando la movilidad sostenible en las principales ciudades españolas y corredores de transporte, en base al compromiso de la compañía con la consecución de los objetivos fijados en la Agenda 2030 que nos ha llevado a desplegar un ambicioso plan de estaciones de repostaje de GNV, a lo largo del territorio nacional, que en la actualidad cuenta con 27 gasineras tanto de GNL como de GNC, y con el objetivo de nuestro Plan Estratégico Energía26 de expandir la red a 60 gasineras enfocándonos en el GNL para flotas de transporte a larga distancia y en el GNC como solución para flotas de servicios. Además, hemos firmado un acuerdo con Air Liquide para desplegar hasta 100 estaciones de repostaje de hidrógeno en España antes de 2030, que se ubicarían estratégicamente en los principales centros logísticos, como Madrid y Barcelona, así como en los principales corredores de transporte que unen el país con Europa, los corredores Mediterráneo y Atlántico.
* Este artículo forma parte de la Alianza entre la plataforma Empresas por la Movilidad Sostenible y Diario Responsable. Artículos relacionados:
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