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Cada vez son más las empresas, instituciones y personas que hablan sobre la movilidad sostenible. Los distintos agentes son cada vez más conscientes de la importancia que tiene este concepto en la vida de las personas y cómo la forma en la que realizamos nuestros desplazamientos tiene una enorme incidencia en los índices de contaminación, congestión y consumo de recursos y en nuestro día a día.

Las empresas tenemos una responsabilidad con la sociedad y también una oportunidad histórica para lograr un impacto positivo en la vida de las personas, si logramos promover una movilidad flexible, cómoda, eficaz, económica pero debemos tener siempre presente que no podemos dejar a nadie atrás. Y es que a la movilidad sostenible necesitamos añadirle un apellido: universal.

La movilidad es un derecho universal recogido en la Declaración Universal de Derechos Humanos y para poder garantizarla necesitamos que tanto el sector público como el privado pongamos de nuestra parte para garantizar un nivel de movilidad mínimo de toda la sociedad, independientemente del nivel económico de cada uno o de las limitaciones de movilidad.

Para lograr este objetivo es necesario dar un paso adelante, ir más allá de lo que exige la regulación y en MERLIN estamos comprometidos a hacerlo. No solo ofrecemos programas de movilidad para nuestros trabajadores, también lo hacemos para todos los usuarios de nuestros edificios de forma personalizada para cada emplazamiento, teniendo en cuenta la problemática del entorno de cada uno de los edificios y las limitaciones que ofrecen los actuales servicios de movilidad con el objetivo de ofrecer soluciones adaptadas a las necesidades de todos.

Muchas veces cuando hablamos de una movilidad sostenible o urbana nos olvidamos de estos colectivos y en MERLIN estamos convencidos de que se puede afrontar este reto, pero para ello debemos realizar ese trabajo previo para entender las limitaciones que nos encontramos y, sobre todo, hablar con los usuarios. Necesitamos saber cuáles son sus limitaciones y sus necesidades, ponernos en su lugar para ser capaces de garantizar la movilidad de todos a la vez que promovemos y damos los incentivos adecuados para lograr unos hábitos de desplazamiento más sostenibles, eficientes y accesibles para todos.

Alcanzar esa movilidad universal es una labor que requerirá del trabajo de todos y para avanzar en la dirección correcta necesitamos capaces de contrastar las posibles soluciones, analizarlas desde la transversalidad y obtener un dibujo de las soluciones lo más cercano al ‘diseño para todos’. Este es un concepto que se basa en la creación de productos y entornos de forma que sean utilizables por todas las personas sin necesidad de una adaptación o una especialización, simplificando la vida de las personas.

Porque, además, mejorar los entornos del transporte pensando en las personas con dificultades es sinónimo de crear un contexto acogedor y seguro para todos. Los beneficios de la accesibilidad universal son globales y benefician a toda la sociedad. Por ello, necesitamos tener en cuenta este concepto desde la fase inicial de cualquier proyecto o infraestructura de movilidad. Pero también debemos sensibilizar a la ciudadanía y formar a los profesionales de las empresas del sector en este ámbito.  

En este contexto, creemos que el transporte público y colectivo junto a los modos compartidos conformarán la base que permita crear un sistema de movilidad que garantice la accesibilidad universal en todo el territorio.

* Este artículo forma parte de la Alianza entre la plataforma Empresas por la Movilidad Sostenible y Diario Responsable. Artículos relacionados:

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En este artículo se habla de:
Opiniónmovilidad universal y sostenible

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