Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo presentado este año, 25 millones de personas son sometidas a trabajo forzoso en fábricas clandestinas, explotaciones agrícolas y otros sectores. De estas, el 18 % son menores. “Las víctimas del trabajo forzoso producen parte de los alimentos que consumimos y de la ropa que usamos”. Por otro lado en torno a 830 millones de personas son trabajadores pobres, es decir, su salario no les permite cubrir necesidades básicas. Asimismo, 152 millones de niños y niñas son explotados laboralmente, la mitad tienen entre 5 y 11 años. El 70% trabaja en la agricultura.