Imagine que estuviera en una de esas tiendas de una gran multinacional textil y que un dependiente en vez de preguntarle si desea otra talla le dijera: “¿Sabía que esta camisa está hecha en Bangladesh por trabajadores que reciben un salario digno, no el mínimo que establece la ley, que las fábricas cumplen todas las medidas de seguridad y que su producción no daña el medio ambiente? Ya lo ve, es muy buena”