A las puertas de la COP23 , la extinción de especies y el deterioro de los ecosistemas se convierten en un problema a escala global. Las consecuencias de este proceso son múltiples: la contaminación del agua y el suelo, la escasez de materias primas, el cambio climático o la disminución de la productividad y estabilidad de los cultivos agrícolas y la pesca, entre otros