La principal conclusión de este informe es que, efectivamente, lo que hacemos en nuestros hogares influye, y mucho, en el medio ambiente y así lo reflejan estas doce comparativas entre hábitos y consumo identificadas:
Abrir la nevera más de lo necesario equivale a casi 9 kg de emisión de CO2 equivalente al año, lo mismo que contamina un trayecto AVE Madrid-Córdoba de ida y vuelta por pasajero.
Si todos los españoles redujesen un 10% el consumo de papel higiénico en su hogar durante un año reduciríamos la huella de carbono entre 143 y 198 kt de CO2 equivalente. Serían necesarios entre 72.000 y 100.000 árboles creciendo durante 30 años para absorber esa cantidad.
Esperar a poner la lavadora hasta que está al 82 % de su capacidad puede llegar a ahorrar más de 1.300 litros de agua al año en un hogar. Si se alcanza el 98 % pueden ahorrarse más de 3.500 litros.
Cada botella de plástico no reciclada equivale al CO2 emitido al recorrer 40 km en tren (por pasajero); 500 gramos de CO2 equivalente.
El impacto anual del desperdicio de alimentos de un hogar en términos de CO2 equivale a las emisiones generadas por recorrer 621 km en coche; 208 kg de CO2 equivalente por hogar y año.
Reciclar todas las bolsas de plástico de supermercado que se estima que se consumen en España cada año equivaldría a la retirada de más de 60.000 vehículos de la carretera.
Comprar a granel la fruta o verdura puede llegar a reducir la huella de carbono más de un 40 % respecto a la comprada en bandeja de plástico; con cada kilogramo de fruta y verdura se puede llegar a evitar 0,041 kg de CO2 equivalente.
Usar algodón cultivado ecológicamente en los textiles del hogar reduce un 91 % el consumo de agua respecto al algodón normal.
Sustituir la iluminación convencional por LED en una casa promedio puede generar un ahorro de en torno a 94 euros al año en el consumo de electricidad.
Usar perlizadores y reductores en los grifos de lavabo y ducha de una casa genera un ahorro económico del 26 %, lo que supone más de 45 euros en la factura del agua anual de un hogar medio.
El uso de alfombras (gran tamaño) en invierno en las estancias calefactadas de un hogar medio puede evitar el 6 % del consumo de su calefacción de gas natural, lo que puede revertir en un ahorro aproximado de 25 euros/año.
Mantener el termostato a 26ºC en verano permite evitar la emisión a la atmósfera de 400 kg de CO2 equivalente al año como consecuencia del ahorro energético; equiparable a recorrer más de 1.100 km en un coche.
Según datos de IKEA el 90% de las personas desean vivir de un modo más sostenible pero un 37% no sabe qué hacer.