La naturaleza holística de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Pradhan et al., 2017) nos lleva a una comprensión sistémica de la Agenda 2030. Los ODS no pueden ser comprendidos de manera independiente, sino estudiados de forma relacional, a través de retroalimentaciones, interdependencias y sinergias. El carácter sistémico de la Agenda se corresponde con la visión ecológica del planeta, un "medio ambiente como un sistema constituido por factores físicos y socio-culturales interrelacionados entre sí, que condicionan la vida de los seres humanos a la vez que son modificados y condicionados por éstos" (Novo, 1998).