Cuando pensamos en un líder, es fácil imaginar a alguien carismático, directo, que toma decisiones sin pestañear y lleva un calendario implantado en el córtex prefrontal. Lo que según DISC llamaríamos un perfil rojo en toda regla: orientado a la acción, a los resultados, al “vamos al grano que el café se enfría”. Pero ¡sorpresa!, no todos los líderes están cortados por el mismo patrón.