Efectivamente Donald J. Trump está creando una situación sin criterio definido, con cambios constantes y con incertidumbres aleatorias que nos llevan a tomar actitudes poco matizadas y difíciles de asumir, sobre todo, se percibe una posible modificación de lo que conocíamos como mundo occidental.
El aumento de la guerra de Israel, con la destrucción de toda la Franja de Gaza, puede llevar a la aniquilación de la ciudad de Gaza, que es la mayor ciudad de Palestina con aproximadamente 650.000 habitantes. Esta invasión destructiva se ha incrementado con la incursión israelí en Irán y el apoyo de EE. UU. atacando instalaciones nucleares. El fin de esta operación, según han manifestado, es evitar la fabricación de armas nucleares y matar a su líder supremo, el ayatola Ali Jamenei, para conseguir el cambio de régimen. Mr. Trump ha expresado que sabe dónde se esconde y que de momento no lo matará.
Siguiendo con este relato no podemos olvidar la invasión de Rusia en Ucrania desde 2014 con el denominado Euromaidán, que comenzó en Kiev por la suspensión de la firma del Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la Unión Europea, incrementándose a partir de 2021 con ataques bélicos, muchas veces desastrosos para las fuerzas armadas de ambos países y para la población civil.
Este conflicto ucraniano también ha ido cambiando con la llegada de Trump. En una primera fase dijo que conseguiría el fin del conflicto, después recibe a Mr. Zelenski con bromas, expresándose con poca claridad y con diferencias constantes, y al final parece que ha decidido apoyarle militarmente como lo está haciendo Europa. Una vez más Mr. Trump ha cambiado, renunciando también a la relación personal manifestada hacia Vladimir Putin.
Esta situación tan preocupante para Europa y para el resto del mundo nos lleva a pensar sobre cuál es el verdadero objetivo: ¿implicar a la Unión Europea con la destrucción de la OTAN?, ¿imponer nuevos poderes?, ¿interés por las tierras raras?
Difícil dar respuesta a estas preguntas y a otras muchas más ya que la vida pública está marcada por la corrupción, solo interesa el poder y para conseguirlo se elude todo nivel moral, necesario para cualquier ideal de libertad y de dignidad con los seres humanos.
Sí, debemos estar preocupados por la situación que vivimos y es preciso tomar acciones que puedan dirigirnos a un mundo mejor. No es fácil imponer un orden mundial distinto, pero si estamos en lo importante, en lo que nos interesa, deberíamos tomar decisiones que colaboren con ese cambio deseado y, la primera decisión, por la importancia que tiene, es “la seguridad”. Esta seguridad es amplia y compleja, va desde la defensa militar a la defensa de las instituciones, con una incidencia especial en la justicia, pasando por la salud, la formación, la educación y el esfuerzo. Con esta seguridad implantada percibiríamos avances en todos los aspectos cotidianos, familia, amigos, compañeros de trabajo y gestiones diarias diversas relacionadas con el ocio, el arte, o la cultura.
Da la impresión de que cada vez más vamos al espectáculo con el simulacro y el entretenimiento, descuidando la dimensión espiritual del ser humano. Es de gran trascendencia saber que somos seres humanos espirituales además de ser corporales y psíquicos, pues la realidad siempre está constituida por las tres dimensiones aludidas: lo divino, lo humano y lo terrenal.
Por esto último es fundamental la labor de la familia, para educar a los jóvenes correctamente, evitando su adicción a los instrumentos tecnológicos que producen en ellos muchas veces insensatez, e incluso, crueldad, haciéndoles perder la fe en un mundo mejor al despreocuparse del ser humano. Sentirse humanos les obligará a ser cuidadosos con el otro, oponiéndose a la indiferencia y al desinterés. Horacio (Quinto Horacio Flaco, 65-8 a.C) principal poeta lírico y satírico en lengua latina ya decía: “el cuidado es el permanente compromiso del ser humano”.
El cuidado vive básicamente del amor, de la ternura, de la caricia, de la compasión, de la convivencia, de la justa medida de todas las cosas, sin cuidado el ser humano languidece y muere. En definitiva, el cuidado designa un fenómeno que posibilita la existencia humana, pero el cuidado normalmente solo aparece cuando la existencia de alguien tiene interés para el otro.
Para terminar estas líneas intentaré, de forma esquemática, hacer una valoración de las actuaciones necesarias para conseguir la seguridad deseada y que nos ayuden a encontrar la libertad, aunque la libertad en sentido profundo solo podremos conseguirla con un corazón puro (sin malicia, traición o mala intención, honesto, sincero, inocente).
1.- Estando personalmente en contra de la escalada de armamento militar, la realidad actual me obliga a manifestar la necesidad de incrementar en Europa una estrategia de defensa, lo cual no será fácil porque implica gastos, muchos gastos, investigación armamentística, fabricación en Europa y resolución de criterios diversos entre los 27 países de la Unión. Esta situación complica demasiado la gestión para alcanzar el nivel deseado para competir con los países que dominan el armamento militar, Estados Unidos, China y Rusia. Espero que España reconsidere su papel y sea protagonista en este cambio necesario.
2.- Europa está obligada a tener una actuación rigurosa, pero a la vez sencilla, en el tema de la justicia, que sea libre, rápida, eficaz e igual para todos los países, que evite cualquier ley dirigida al control de las instituciones y, especialmente, hacer un esfuerzo en el control de la migración, de no hacerlo, como vemos en varios países europeos, se destruirá nuestra historia y estaremos aceptando una invasión sin armas, que puede ser igual de desolador.
3.- Una vez garantizada la seguridad de nuestras fronteras hay que hacer un gran esfuerzo para garantizar la seguridad ciudadana, no solo física, sino que también hay que controlar y prohibir rotundamente los robos, los okupas, la violencia y la deformación de la realidad, utilizado frecuentemente para conseguir su propio beneficio a través del voto, apoyados por los medios de comunicación e información que renuncian a su labor deformando la realidad y la verdad.
4.- La garantía de una defensa y una justicia europeas ha de llevarnos a pensar en España, porque el sistema político constituido en 1978 con la Constitución española se ha ido degradando con las Autonomías, teniendo ciudadanos de primera, segunda y tercera. Sobran muchos políticos, muchos funcionarios y muchas leyes absurdas. Si queremos ser competitivos impulsemos la investigación, la formación y la igualdad ciudadana valorando siempre en primer lugar la capacidad y el esfuerzo de cada individuo.
5.- Impongamos de forma normal la opinión de los ciudadanos a través de Referéndums y, sobre todo, que el voto de todos los ciudadanos tenga el mismo valor, independientemente del lugar donde se viva.
“Cuidemos los valores que guían nuestra vida, aceptemos nuestras limitaciones con humildad e impongamos los compromisos éticos por encima de los intereses personales y colectivos”.