La respuesta probablemente es sí. “Bienvenido al verano más frío del resto de tu vida” reza un grafiti de una organización medioambiental en las calles de Sevilla. Quizás sea cierto. Si bien no podemos saberlo a ciencia cierta, las predicciones indican que las temperaturas globales continuarán en ascenso. El pasado mes de julio, el mundo experimentó temperaturas récord, pero también anómalas: mientras en Europa y Estados Unidos se batían los registros por la parte alta del termómetro y ardían los bosques, en el Cuerno de África, el sur de la India, gran parte de Asia central y Australia registraron temperaturas inferiores a la media. ¿Será esta la nueva normalidad climática? ¿podremos hacer algo para evitarlo?