El pasado 4 de marzo se cumplieron cinco años desde la aprobación de la Ley 2/2011, de Economía Sostenible. Era una ley, tótum revolútum, tibia, poco concreta, que en materia de Responsabilidad Social Corporativa y Sostenibilidad, apostaba por recomendaciones más que obligaciones. Cinco años después, el cumplimiento de las pocas obligaciones que establecía la Ley, queda en entredicho