El Brexit ha puesto de relieve un fenómeno social sorprendente: los mayores de una sociedad decidiendo el futuro en contra de los intereses de los jóvenes de esa misma sociedad.
Los jóvenes del Reino Unido han votado, en su mayoría, la permanencia en la Unión Europea. Muy a su pesar, habrán de vivir fuera de ella durante muchos años.