La diversidad en el lugar de trabajo significa que cada empleado -independientemente de su sexo, origen, edad, creencias religiosas, capacidades físicas u orientación sexual- sienta que forma parte de la empresa y pueda desarrollarse libremente como desee. Esto no sólo beneficia a los propios empleados, sino también a toda la empresa, ya que los equipos diversos son más creativos, innovadores y tienen más éxito (McKinsey). No es de extrañar, que cuanto más diverso es un equipo, más polifacéticos son los conocimientos y mayor es su rendimiento.