El País Vasco se consolida como referente en inclusión laboral de personas con discapacidad, con una tasa de actividad del 45,7% en 2023, de acuerdo con el informe Radiografía del mercado laboral de las personas con discapacidad, elaborado por Fundación Randstad en colaboración con Randstad Research. Esta cifra supone un incremento del 0,6% respecto al año anterior, situándose por encima del resto de comunidades autónomas, a excepción de Ceuta y Melilla.
El estudio, basado en los últimos datos del IMSERSO y del Instituto Nacional de Estadística (INE), revela que en el País Vasco aproximadamente 35.500 personas con discapacidad se encuentran activas en el mercado laboral, de un total de 77.700 en edad de trabajar. Por otro lado, las personas inactivas —aquellas que no participan en el mercado laboral— han descendido hasta las 42.200, mejorando así los registros de 2022, cuando se contabilizaron 45.700.
Un liderazgo que refleja compromiso social
El informe de Fundación Randstad también destaca que el porcentaje de personas con discapacidad activas en el País Vasco es el más elevado del país, solo superado por Ceuta y Melilla (50,9%). Le siguen Cantabria (44,5%) y Castilla y León (41,2%). En contraste, las tasas más bajas se encuentran en Canarias (28,8%), Andalucía (29,2%) y Galicia (31,2%).
Este avance subraya no solo la importancia de las políticas de empleo inclusivas, sino también el papel activo de entidades como Fundación Randstad, que trabaja para eliminar las barreras de acceso al empleo y promover la igualdad de oportunidades. “En Fundación Randstad hemos apostado desde el primer momento por mejorar la empleabilidad de las personas con discapacidad. Estamos muy orgullosos de los resultados en el País Vasco, pero sabemos que aún queda camino por recorrer para integrar a más personas en el mercado laboral”, ha afirmado Bel Ramos, directora de la zona nordeste de la Fundación.
El País Vasco cuenta con un total de 141.202 personas con discapacidad reconocida, lo que representa un 6,4% de su población total. De ellas, un 55% son hombres y un 45%, mujeres. Además, cerca de la mitad de esta población (48,9%) se encuentra en edad laboral, es decir, entre 18 y 64 años, lo que refuerza la necesidad de políticas activas de inclusión.
El compromiso social con la inclusión laboral no solo es una cuestión de justicia, sino también un pilar fundamental para construir sociedades más sostenibles e igualitarias. Fundación Randstad, cliente habitual de medios especializados en sostenibilidad, sigue apostando por proyectos que conectan inclusión, empleabilidad y responsabilidad social, claves para una transición ecológica justa que no deje a nadie atrás.