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La dimensión social ha sido durante mucho tiempo la prima pobre de la inversión ESG, ya que la «E» de Medio Ambiente y la «G» de Gobernanza se llevaban la parte de la atención. Pero en 2020, la pandemia de la covid devolvió la «S» al centro del escenario. Las empresas y los inversores tomaron plena conciencia de la importancia de preservar la salud y la seguridad y de preocuparse por el bienestar de los empleados, ya que estos últimos impulsan la creación de valor.
El pilar “S” de la inversión ESG vuelve a ser protagonista

Durante mucho tiempo, la medición del impacto social de una empresa sobre sus distintas partes interesadas tropezó con los obstáculos de acceder a los datos y establecer los indicadores adecuados. Pero en los últimos años, el acceso a datos cuantitativos y cualitativos fiables ha mejorado notablemente. La igualdad de género, la diversidad y la inclusión, el impacto en el empleo, la formación, la equidad y el valor compartido, los derechos humanos, la deslocalización de la producción, el bienestar de los empleados, el impacto neto de los productos y servicios para la sociedad... implican políticas y decisiones estratégicas que deben tenerse en cuenta para determinar los avances de la empresa, así como su impacto social. 

Basándonos en nuestra experiencia de más de una década, en 2024 nos comprometimos a esbozar los contornos esenciales del pilar «S» en ESG y publicó una carta social explicando nuestro enfoque como inversores de impacto social. Una de las tareas consistió en definir la sociedad, que abarca tres partes interesadas, a saber, las «3 Cés»: Consumidores, Colaboradores y Comunidades. Esto nos permite evaluar en qué medida las empresas abordan las cuestiones clave que afectan a las tres partes interesadas, utilizando nuestro enfoque «3 Aes». 

Este enfoque se basa en tres pilares: Evitar actividades consideradas especialmente perjudiciales; Evaluar el impacto neto de la empresa para las tres partes interesadas identificadas anteriormente, basándose en tres métricas propias; y comprometer activamente a las empresas y ayudarlas a desarrollar mejores prácticas que les permitan mejorar su impacto social neto.

El objetivo de esta nueva carta es compartir nuestro enfoque del capital social y societario con todas nuestras partes interesadas, y en particular con nuestros clientes y las empresas a las que apoyamos a través de nuestras inversiones.

Se afirma que la felicidad en el trabajo reduce drásticamente el absentismo (-81%), la rotación (-31% de media), los accidentes relacionados con la seguridad (-64%) e impulsa la productividad (+14%), el crecimiento (las ventas aumentan un 18%) y genera una mayor satisfacción de los clientes (+10%) 1.

Entre las empresas que figuran en la cartera Happy@Work de Sycomore Europe se encuentran Deutsche Telekom, Prysmian, Danone, Michelin, Roche y Hermès, que realmente destaca entre las demás. El grupo de lujo, que ha obtenido una calificación de 5/5 en una escala de 1 a 5, cuenta con un patrimonio histórico, una fuerte identidad y una cultura corporativa única. Hermès aplica una ambiciosa política de «valor compartido» mediante planes de acciones gratuitas y primas excepcionales.

El grupo también se ha ganado el liderazgo en materia de diversidad de género, con un 40% de mujeres en el comité ejecutivo y un permiso parental acorde con las normas internacionales más exigentes. Además, cada sucursal y/o país cuenta con un responsable de diversidad e inclusión. En cuanto a la gestión de las competencias, se hace hincapié en la transmisión de las técnicas artesanales únicas del grupo, que constituyen el núcleo del proyecto Hermès. En este sentido, la empresa ha abierto varios centros y escuelas de formación en diversas regiones de Francia. En ellos se ofrecen cualificaciones reconocidas y acreditadas por el Estado, como el diploma CFA de marroquinería.

Por otra parte, la estrategia Sycomore Global Social Impact invierte en empresas de todo el mundo, de todos los sectores y tamaños, expuestas a tendencias favorables a largo plazo. Examinadas cuidadosamente utilizando nuestras métricas patentadas centradas en los consumidores, los colaboradores y las comunidades, estas empresas deben generar un impacto social positivo para al menos una de las partes interesadas identificadas. La cartera está muy concentrada para reflejar las convicciones más firmes del equipo de inversión y se centra en unas cincuenta empresas que muestran unos fundamentales sólidos, entre ellas Mastercard, Intesa Sanpaolo, J.P.Morgan, Intuitive Surgical y AXA, que destaca por sus mejores prácticas.

La actividad aseguradora contribuye a la protección de las personas, ayuda a reducir las desigualdades sociales y fomenta la inclusión de los grupos más vulnerables: en este sentido, el grupo AXA se distingue de sus homólogos por sus ofertas inclusivas. El grupo también invierte en soluciones sostenibles.

Las mujeres representan el 30% del comité ejecutivo de AXA y el grupo ha desarrollado una política de participación en los beneficios que ha permitido a más del 30% de sus empleados convertirse en accionistas y poseer alrededor del 4% del capital. Al ofrecer un empleo seguro y salarios justos, la empresa también apoya a sus empleados en las distintas etapas de su vida a través de su programa We Care.

AXA ofrece a sus empleados 24 horas de formación al año, además de formación específica sobre cuestiones relacionadas con el cambio climático. La plantilla se ha mantenido estable durante 3 años con presencia en todo el mundo.

Notas:

1 Fuente: Sycomore Asset Management. Datos a 28/02/2025.

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