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Fundación SERES, en colaboración con Deloitte, ha elaborado la octava edición del Informe del Impacto Social de las empresas. Un estudio que tiene como objetivo medir el progreso de la contribución de la Responsabilidad Social Empresarial de las empresas de nuestro país basándose en cinco ejes de medición: capital persona, organizacional, relacional, económico y social. En términos generales, la investigación advierte que la pandemia motivó, en gran medida, a las empresas a desarrollar proyectos con impacto social. Concretamente, las organizaciones españolas invirtieron 1.486 millones de euros en RSE en 2020, aumentando la inversión media por empresa un 8% respecto a 2019. Asimismo, el 89% de las organizaciones desarrollaron un total de 1.775 proyectos vinculados durante la emergencia sanitaria.
La pandemia impulsó el compromiso social de las empresas

Es indiscutible que el rol de la empresa en cuanto al compromiso social ha evolucionado a lo largo del tiempo. En los últimos años, la importancia de la Responsabilidad Social Empresarial no ha hecho más que aumentar. En este escenario, la pandemia ha supuesto un salto cualitativo, que ha demandado una acción relevante por parte de todos los actores y las empresas han realizado un gran esfuerzo en este sentido. Ante la emergencia sanitaria y la urgencia de hacer frente a una pandemia inesperada, las empresas rápidamente comprendieron sur rol y la importancia de su accionar en pos del bien común. Ya no se trata sólo de tener un impacto económico, sino también, un impacto social positivo. Las empresas pueden –y deben-  contribuir de manera significativa al desarrollo económico, social o medioambiental, ya sea a través de sus operaciones o de la creación de cadenas de valor. Las empresas socialmente robustas también lo son desde el punto de vista financiero.

El Informe del Impacto Social de las empresas, fruto del trabajo conjunto entre Deloitte y Fundación SERES es el reflejo de la relevancia de la medición de lo social y camino recorrido en el reto de la transformación social de las empresas y su compromiso con la sociedad. El estudio, que este año cumple ocho ediciones, afirma que las empresas, tras la pandemia, se han comprometido de una manera decidida.  Fernando Ruiz, Presidente de Fundación SERES y Presidente de Deloitte España, sostuvo que estamos en un momento crucial para encarar una reconstrucción distinta, más humana, más social y con las personas en el centro. La investigación publicada mide el impacto y la contribución real de las empresas a la sociedad a través de un modelo de análisis basado en cinco ejes, a saber: económico, organizacional, relacional, social y persona. En total, 71 empresas de la Fundación SERES representantes de diferentes industrias han aportado los resultados de su actividad en materia de responsabilidad social empresarial (RSE) en 2020. Toda la información cuantitativa y cualitativa del informe ha sido obtenida de fuentes de información públicas o de los cuestionarios cumplimentados por las empresas.

En primer lugar, el “Capital persona” se trata de un eje central cuya valoración está en el impacto de las actuaciones de RSE en la persona, como beneficiario directo de las iniciativas, en términos de atención de necesidades y desarrollo de capacidades y oportunidades. Al respecto, el informe afirma que la pandemia aceleró, en gran medida, el compromiso de las empresas con la sociedad. Uno de los datos más llamativos de esta edición del informe es el   incremento de la cobertura de proyectos de RSE en términos de beneficiarios. De esta manera, en 2020 las empresas participantes han identificado 158 millones de beneficiarios, frente a los 57 millones de 2019, lo que representa un aumento del 177%. Un 81% de estas actuaciones corresponden a beneficiaros directos y el 19% a beneficiarios indirectos. En cuanto a la tipología de colectivos beneficiados directamente, el 65% corresponde a la sociedad en general. Además, las empresas orientan sus acciones de RSE a colectivos, como la Infancia y Juventud (52%), personas con discapacidad (48%), personas mayores (30%) y personas enfermas (32%), entre otras. En términos generales, los proyectos contra la COVID- 19 impactaron en 15 millones de beneficiarios.

En segundo lugar, el “Capital Organizacional” evalúa la transformación que se está produciendo en las organizaciones desde el punto de vista de sus prioridades, sus valores y su liderazgo en la asunción de la RSE. Mide el potencial y compromiso que las empresas están asumiendo y el motor de cambio que esto supone en los modelos empresariales. Sobre este punto, el informe explica que el impulso de la estrategia de RSE y la implementación de sus políticas tiene un impacto directo en las organizaciones y en las personas que las conforman. Esta edición pone de manifiesto que se mantiene la alta participación de trabajadores en el desarrollo de proyectos de RSE, llegando a 181.814 empleados, lo que supone el 12% de sus plantillas. En esta misma línea, el 26% de las empresas cuenta con más del 30% de empleados involucrados en actividades de RSE y en el 14% de ellas llegan hasta siete de cada diez. Así, en 2020 más de 181.814 empleados de las empresas analizadas participaron activamente en programas de RSE.

El “Capital Relacional” constituye el tercer eje de análisis. Este permite evaluar los aspectos ligados a la construcción, desarrollo y fomento de relaciones con múltiples agentes en el marco de las actuaciones de RSE que aporten valor a las relaciones económicas, sociales e institucionales actuales, construyendo nuevos ecosistemas y contribuyendo a generar una sociedad más relacionada.  En este punto, la investigación de SERES afirma que aumentó un 35% la red de entidades sociales con las que han colaborado las empresas participantes y se han llevado a cabo 32.631 colaboraciones con entidades sociales. Además, 158 millones de euros de inversión adicional a la propia captados para acometer proyectos de RSE, un 90% más que en 2019.

Por su parte, en cuarto lugar, el “Capital económico” mide la inversión en proyectos de RSE poniendo el foco en los territorios en los que se genera crecimiento económico y en donde se logra la consecución de una sociedad económicamente próspera. El estudio dirá que el aumento de la inversión total en proyectos de RSE pone de manifiesto cuatro tendencias principales. La primera esa la aceleración que ha generado la pandemia, con 638 millones de euros en proyectos contra la COVID-19, un 45% de los proyectos dentro del sector de salud y bienestar y un 28% destinado al empleo y la integración laboral. El compromiso de las organizaciones es otra conclusión del informe, con 20,9 millones de euros de inversión media en RSE por empresa, un 8% más que en 2019. La tracción del territorio (proyectos a nivel nacional e internacional) e importancia del impacto social en la cadena de suministro, son otras tendencias relevantes en el análisis del capital económico.

Finalmente, el “Capital social” contempla la actividad RSE, la aportación a la sensibilización social, la difusión de buenas prácticas y la extensión de la cultura de Responsabilidad Social. El informe de SERES y Deloitte resalta que para que contribuir a generar una cultura de responsabilidad social es importante que se visibilice la labor que se hace en materia de RSE. La ejemplaridad y la transparencia son algunas de las claves que se mencionan para extender la cultura en una organización. En este sentido, el 100% de las empresas participantes realizan programas específicos de sensibilización y difusión de buenas prácticas. Concretamente, se observa que el 83% reconoce que evalúa y comunica su contribución a la sociedad elaborando memorias de sostenibilidad y el 85% cuenta con un informe anual de información no financiera. Además, el 72% tiene un plan para extender sus políticas de RSE a lo largo de su cadena de valor.

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