Gran parte de la producción económica mundial se organiza en torno a un complejo sistema de cadenas de suministro interdependientes. Las cadenas de suministro facilitan la producción de todo, desde computadoras y automóviles hasta medicinas y alimentos que salvan vidas. Con el tiempo, estas cadenas de suministro se han perfeccionado para ofrecer la máxima eficiencia y velocidad. Sin embargo, una reciente investigación de la consultora MGI, publicado por la agencia Mc Kinsey, examina cómo las cadenas de valor de la industria están expuestas a un conjunto más amplio de riesgos que antes, incluyendo el cambio climático.