En un mundo cada vez más globalizado y homogeneizado, el activismo por la cultura emerge como una necesidad imperiosa para preservar nuestra identidad, fomentar la diversidad y promover el desarrollo económico y social. Exigir el derecho de ejercer y aplicar el activismo cultural es una apuesta por un futuro donde la riqueza de nuestras diferencias sea el fundamento de nuestra cohesión.
El sector de la aviación, esencial para la conectividad global, enfrenta un desafío crucial: su contribución al cambio climático y a la contaminación del aire. Con un alto en las emisiones de gases de efecto invernadero, y otras consecuencias aún no tan conocidas, este sector está teniendo graves consecuencias para la salud y el medio ambiente. La hora de replantear el futuro del transporte aéreo y tomar acciones decisivas para mitigar su impacto, ha llegado.
n un momento en que la urgencia de mejorar nuestras sociedades nunca ha sido tan clara, muchos de nosotros deseamos contribuir a un cambio positivo. Sin embargo, el camino hacia un mundo mejor puede tomar dos direcciones: la dolorosa transformación impulsada por crisis y catástrofes, o el cambio gradual mediante un comportamiento consciente y acciones voluntarias. A pesar de la dificultad de ambos enfoques, está en nuestras manos elegir el camino menos doloroso y más constructivo.
La sostenibilidad, una palabra omnipresente en el discurso empresarial y político actual, ha perdido gran parte de su significado original debido a su uso indiscriminado. Lo que en un principio era un concepto destinado a promover un desarrollo equilibrado, se ha convertido en un término con múltiples interpretaciones, algunas de ellas opuestas y conflictivas. Por un lado, se ve como un imperativo para enfrentar el cambio climático; por otro, como una herramienta burocrática ligada a agendas políticas. En medio de este debate, surge la pregunta: ¿es posible conciliar la sostenibilidad con la maximización de beneficios empresariales?
En tiempos de inestabilidad económica y crisis climática, es esencial ser consciente de los problemas que afectan a la sociedad actual y tratar de desempeñar un papel activo en su solución. Con este objetivo, muchas personas deciden cambiar sus hábitos de consumo, priorizando la compra de artículos de segunda mano o apostando por los productos locales o de cercanía, por poner algunos ejemplos, pero ¿qué nos impide trasladar este cambio de hábitos a entornos como el financiero?
Vivimos en una era donde el progreso tecnológico y la globalización han transformado radicalmente nuestras vidas. Sin embargo, en medio de este rápido avance, nuestros derechos culturales, esenciales para la identidad y la cohesión social, a menudo se pasan por alto o se olvidan. Estos derechos, que incluyen la preservación y promoción de las tradiciones, idiomas, y formas de vida que definen a las comunidades, son fundamentales para el desarrollo humano integral y la paz social.
En el escenario político mundial, la participación activa de la juventud es más que una tendencia; es una fuerza transformadora que está remodelando el paisaje político y redefiniendo las narrativas tradicionales. En un mundo marcado por la incertidumbre y la complejidad, la juventud emerge como un catalizador de cambio, desafiando las estructuras establecidas y exigiendo una mayor representación y acción en los asuntos que moldearán su futuro.
El uso y transporte del fueloil pesado en el Ártico está prohibido desde el 1 de julio por la Organización Marítima Internacional. Es un paso de gigante en la protección de un ecosistema clave para la lucha contra el cambio climático y, aun así, seguimos necesitando más medidas de preservación.
Dale un pez a un hombre y comerá hoy. Enséñale a pescar y comerá el resto de su vida", dice un proverbio chino que resuena profundamente en el ámbito de la filantropía y la inversión de impacto. Este principio destaca la importancia de no solo proporcionar ayuda inmediata, sino también de capacitar para lograr un cambio duradero. En lugar de limitarse a financiar ayudas puntuales, la filantropía de riesgo, o Venture Philanthropy, busca transformar las donaciones en inversiones estratégicas que promuevan la sostenibilidad y la autonomía de los proyectos sociales.
El voluntariado es una herramienta poderosa para el desarrollo personal y social, pero, para muchos, en América Latina sigue siendo un tema poco explorado. Los medios de comunicación juegan un papel crucial en cambiar esta percepción, sensibilizando a la población sobre la importancia del voluntariado y mostrando sus beneficios. A través de campañas, programas educativos y colaboración con organizaciones del tercer sector, los medios pueden promover una cultura de participación activa que transforme vidas y comunidades.