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¿Es posible ser una gran empresa sin renunciar a generar un impacto real en la sociedad y en el planeta? ¿Es posible contribuir al crecimiento de un negocio sin que eso vaya en detrimento del bienestar social? ¿Es posible formar parte del tejido empresarial y velar por el activismo social al mismo tiempo? La respuesta es sí.
Activismo empresarial en acción

Cada vez es más evidente: el éxito de una compañía no puede medirse únicamente por sus resultados financieros, sino también por su contribución al bienestar de la sociedad y la salud del planeta. Debemos apostar por una nueva manera de hacer negocios, en la que ser una gran empresa signifique ser un referente en valores, en compromiso y en acción.

Las empresas tenemos un papel clave en la resolución de los grandes desafíos globales, que no son pocos: 2024 fue el año más cálido jamás registrado[1], el año con más emisiones de dióxido de carbono en todo el mundo[2] y el año con más conflictos armados activos desde la Segunda Guerra mundial[3]. A estos desafíos se suman muchos otros, como la distribución desigual de la riqueza. Prueba de ello es que el 65% de la población mundial cree que el egoísmo de los colectivos ricos es la causa de muchos de nuestros problemas sociales[4]. Porque mientras la mitad de la población se empobrece, los cinco hombres más ricos del mundo han duplicado su fortuna[5].

Estamos rodeados de injusticias sociales que coexisten con nuestra labor como empresas y que acercan nuestro planeta al colapso.

¿Cómo podemos quedarnos quietos ante este contexto?

En Ferrer tenemos muy claro que el cambio está en nuestras manos y por ello trabajamos con un modelo de negocio responsable, ético y articulado en torno a la acción social y a la preservación medioambiental. No solo contribuimos a la salud de las personas a través de soluciones terapéuticas que pueden mejorar su calidad de vida, sino que, además, el 50% de los beneficios que hemos obtenidos en los últimos 5 años se han reinvertido en proyectos sociales y medioambientales.

Por ello, hemos alcanzado grandes hitos, como distribuir anualmente más de 1 millón de comidas a personas sin hogar, reducir más de un 10% nuestra huella de carbono en el último año, y lograr que el 100% de nuestro consumo eléctrico provenga de fuentes renovables. Y, todo ello, sin renunciar a nuestro rendimiento económico como empresa.

Pero para el éxito de un modelo de negocio de impacto es fundamental estar bien acompañados. Son más de 1.200 las personas del equipo de Ferrer (de todos los países del mundo en los que la compañía tiene presencia directa) involucradas en tareas de voluntariado que reman a favor de ese retorno positivo a la sociedad. Porque no solo nos une la pasión por la salud, sino que también compartimos el objetivo personal y colectivo de devolver a la sociedad y al planeta todo lo que está en nuestras manos. Del mismo modo, también nos acompañamos de los mejores colaboradores externos y lanzamos el Programa Link Up, una iniciativa transversal que involucra a nuestros proveedores en la mejora de sus prácticas ESG.

Gracias a este compromiso con la acción social hemos logrado recientemente la recertificación como empresa B Corp, un movimiento que integra a más de 9.000 compañías promotoras del cambio social y medioambiental en todo el mundo. Con ello, no solo hemos sido la primera empresa farmacéutica española en formar parte del movimiento, sino que también nos hemos convertido en la que cuenta con la mayor puntuación.

En definitiva: el desafío es grande, pero también lo es la oportunidad. Las empresas tenemos la posibilidad de transformar la economía y la sociedad hacia un modelo más justo y sostenible. No se trata solo de cumplir con normativas, sino de asumir nuestro rol como agentes de cambio y verdaderamente pasar a la acción. Es nuestra obligación moral.

Por todo ello, la respuesta a las preguntas iniciales es un rotundo sí: es posible y, además, necesario. Debemos seguir trabajando para ser una gran empresa sin renunciar a generar un impacto positivo real en la sociedad y en el planeta. Pero para ello debemos actuar desde la coherencia, la valentía, la determinación y la cooperación.

Solo así construiremos un futuro en el que el éxito empresarial y el bienestar colectivo vayan de la mano.

 

[1] WMO confirms 2024 as warmest year on record at about 1.55°C above pre-industrial level - United Nations Sustainable Development

[2] Analysis: Global CO2 emissions will reach new high in 2024 despite slower growth - Carbon Brief

[3]  El mundo bate el récord anual de conflictos armados desde la II Guerra Mundial

[4] Trust Barometer 2025. https://www.edelman.com/sites/g/files/aatuss191/files/2025-01/2025%20Edelman%20Trust%20Barometer_Final.pdf

[5] Richest 1% burn through their entire annual carbon limit in just 10 days | Oxfam GB

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