Durante la jornada del miércoles, la élite política y empresarial del mundo se reunió en Davos para escuchar un discurso contundente de Guterres, quien criticó la falta de cooperación multilateral en un contexto global cada vez más inestable. En su intervención, destacó que la humanidad no solo enfrenta la amenaza de la guerra nuclear, sino que se encuentra en un momento crítico debido a la crisis climática y a la expansión descontrolada de la inteligencia artificial.
Guterres se refirió al lema de este año, "Colaboración para la era de la inteligencia", y lamentó la escasez de acciones concretas que evidencien dicha colaboración, al tiempo que se agravan problemas como los conflictos, la desigualdad y las violaciones de derechos humanos. Comparó la dependencia de los combustibles fósiles con el monstruo de Frankenstein, advirtiendo que los efectos del cambio climático ya están afectando a las infraestructuras críticas, como los puertos de superpetroleros, que se ven amenazados por el aumento del nivel del mar.
El Secretario General también criticó a las instituciones financieras y a las industrias que han retrocedido en sus compromisos climáticos, calificando dicha decisión como "corta de miras" y "egoísta". Guterres enfatizó que estas entidades están "en el lado equivocado de la historia", instando a los líderes mundiales a cumplir con sus promesas y a establecer planes de acción climática más ambiciosos, especialmente de cara a la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima (COP30) que se celebrará en Brasil.
Respecto a la inteligencia artificial, Guterres la describió como un "arma de doble filo", capaz de generar avances significativos en diversos campos, pero que, si no se regula adecuadamente, podría acentuar las desigualdades y desestabilizar economías. En este sentido, propuso el Pacto Mundial Digital, que busca aprovechar el potencial de la tecnología digital para el beneficio de la humanidad.
Finalmente, Guterres reiteró la necesidad de reformar las instituciones globales, desde la arquitectura financiera hasta el Consejo de Seguridad de la ONU, subrayando que estos cambios solo serán posibles con la voluntad política necesaria. Con un tono de urgencia, concluyó su intervención instando a la comunidad internacional a unirse y afrontar estos retos existenciales de manera conjunta.