Proteger los Derechos de las personas migrantes es una responsabilidad de los estados. Naciones Unidas ha emitido un comunicado en el cual recuerda que, salvar sus vidas y prevenir muertes en el mar es una obligación de los gobiernos. Los miembros del Grupo Interinstitucional sobre la Protección de los Refugiados y los Migrantes* indicaron que los afectados pueden desembarcar en lugares donde no se contemplen las garantías necesarias para proteger su vida, su seguridad y otros derechos humanos, como el de asilo, o para evitar tratos crueles, inhumanos o degradantes o la detención arbitraria.
Concretamente, la Organización Internacional para las Migraciones señala que el derecho internacional exige que toda persona rescatada en el mar sea rápidamente desembarcada y entregada a un "lugar seguro". Con lo cual, estaría prohibido realizar las denominadas “devoluciones en caliente” que son aquellos procedimientos ilegales en los cuales las y los migrantes son devueltos a sus países, ya que estos no son lugares seguros.
Las directrices sobre el trato de las personas rescatadas en el mar de la Organización Marítima Internacional definen este concepto “como el sitio en el que se considera que las operaciones de rescate han terminado; donde la seguridad de la vida de los supervivientes ya no está amenazada y donde pueden satisfacerse sus necesidades humanas básicas (como la alimentación, el alojamiento y las necesidades médicas), teniendo en cuenta las circunstancias particulares de cada persona”.Por ello, los miembros del Grupo subrayaron que salvar vidas y prevenir muertes y lesiones en los mares debe seguir siendo la prioridad colectiva de los Estados y que el derecho marítimo exige rescatar y asistir a las personas que se encuentren en situación de peligro en el mar.
Al mismo tiempo, el comunicado,si bien reconoce que el Estado responsable de la Región de Búsqueda y Salvamento en la que se recuperó a las personas rescatadas es el principal responsable de proporcionar un "lugar seguro", este concepto debe interpretarse en función del derecho internacional. De este modo, el rescate de migrantes y refugiados en el mar “debe tener en cuenta las normas internacionales de derechos humanos y de refugiados, así como las normas de derecho penal transnacional a la hora de identificar y decidir dónde pueden ser desembarcados”. En su llamamiento, el Grupo Interinstitucional sobre la Protección de los Refugiados y los Migrantes hace una serie de peticiones:
“El compromiso proactivo de todos los Estados es primordial para crear condiciones que garanticen el respeto de los principios de derechos humanos, incluido el acceso a los procedimientos pertinentes, la prohibición de la devolución y la prevención de daños graves u otros riesgos. Con ello se garantiza que las personas rescatadas en el mar, incluso en alta mar, sean desembarcadas rápidamente en un lugar seguro y reciban un trato seguro y humano, independientemente de su situación jurídica y de conformidad con el derecho del mar y otras obligaciones del derecho internacional” Afirmaron los expertos.