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Se trata de un bien tan necesario como limitado. A pesar de que todas las actividades sociales y económicas dependen en gran medida del abastecimiento de este recurso y de su calidad, 2,200 millones de personas viven sin acceso al agua potable. Lo dijimos y lo volvemos a repetir: cuando no haya agua potable disponible, no podremos bebernos el dinero. Como cada año, hoy 22 de marzo, se celebra el día mundial del agua, una fecha para recordar su importancia y la necesidad de su equitativa distribución.

Esta mañana Mali se levantó a las 5 de la mañana en un pueblito cercano a Benín Africa para buscar agua. Al mismo tiempo, en una comunidad indígena de la Amazonía brasilera Aline comparte una botella de agua con sus vecinas que le han dado en una ong local. Para ellas tener agua es un esfuerzo cotidiano. Y como ellas, miles de personas en el mundo entero luchan diariamente por algo tan básico y elemental como es el agua.

Se trata de un bien tan necesario como limitado. A pesar de que todas las actividades sociales y económicas dependen en gran medida del abastecimiento de agua dulce y de su calidad, 2,200 millones de personas viven sin acceso al agua potable. Lo dijimos y lo volvemos a repetir: cuando no haya agua potable disponible, no podremos bebernos el dinero.

El cambio climático, entre muchos otros efectos, hace que los patrones de disponibilidad de agua sean más irregulares y agudiza la contaminación en el mundo entero. Además, a raíz del desarrollo económico desmedido y del incremento de la población mundial, la agricultura y la industria necesitan cada vez más agua, y para satisfacer la demanda de electricidad, aumenta la utilización de fuentes de energía que hacen uso de grandes volúmenes de agua. Esto hace que en muchas latitudes tener acceso al agua sea un lujo y no un derecho.

Como cada año, hoy 22 de marzo, se celebra el día mundial del agua. Este día propuesto por Naciones Unidas tiene por objetivo concientizar acerca de la crisis mundial del agua y la necesidad de adoptar medidas para abordarla de manera de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible No 6: Agua y saneamiento para todos antes de 2030.

El agua es vida porque posibilita básicamente que los seres humanos nos desarrollemos en todos los planos. Adicionalmente, en medio de la pandemia en la que nos encontramos, en la cual poder contar con las medidas sanitarias básicas de higiene es determinante para superar al virus, el agua se vuelve aún más importante. Lavarse las manos es esencial para contener la propagación de COVID-19 y muchas otras enfermedades infecciosas. 

Si bien es cierto que se trata de un recurso escaso, el problema no es tanto la cantidad del mismo, sino su desigual distribución. Según un informe de la UNESCO, hay suficiente agua dulce para toda la población mundial (siete mil setecientos millones de personas en 2020), pero la cuestión conflictiva reside en que su distribución no es equitativa y que el cambio climático genera escasez. Nuestro planeta tierra está compuesto en un 70% por agua, pero, según datos de National Geographic, sólo el 3,5% es dulce y el 0,025, potable. De ahí que la distribución desigual de este recurso preocupe a los gobiernos de todo el mundo.

Existen diversas causas que producen la escasez de agua en el mundo, entre las que podemos destacar:

  • La contaminación: Nos referimos tanto a la contaminación de aguas dulces como a la contaminación de la tierra o del aire, ya que la contaminación se puede filtrar al agua y también puede afectar al aire. 
  • La sequía: Debido al fenómeno del cambio climático se potencia la aparición o desarrollo de las sequías, que suponen que durante un tiempo prolongado no haya lluvia, por lo que causa escasez de agua tanto para el consumo humano como para los cultivos o la industria.
  • Uso descontrolado del agua: Tanto a gran escala, en las fábricas, como a pequeña escala, en nuestras propias casas, en algunas ocasiones malgastamos el agua y no recordamos que es un recurso escaso.

La escasez de agua en el mundo es un problema que puede aumentar y que produce consecuencias graves como enfermedades: la falta de sistemas de potabilización adecuados obliga a recurrir a fuentes de agua contaminadas que pueden provocar enfermedades. En base a los datos de la Organización Mundial de la Salud, se puede afirmar que el agua contaminada puede transmitir enfermedades como la diarrea, el cólera o la poliomielitis. La contaminación del agua produce más de 502.000 muertes por diarrea al año. Además, la falta de agua, puede producir deshidratación y generar ulteriores complicaciones. El hambre: la escasez de agua puede afectar a la agricultura, la ganadería y la industria y, por lo tanto, producir escasez de alimentos y hambre. La Desaparición de especies vegetales: las plantas necesitan una gran cantidad de agua para desarrollarse y cuando el agua escasea se secan y desaparecen. Y finalmente desencadenar conflictos: la falta de recursos hídricos está en el origen de numerosos conflictos en el mundo y supone el desplazamiento de las personas a otros países para encontrar lugares seguros en los que vivir.

El agua es un derecho y no un privilegio, y como tal, no debería faltarle a ninguna persona en ningún lugar del mundo. Aún queda mucho por transformar y sabemos que no habrá justicia social mientras haya un persona con sed. No podremos hablar de deresarrollo sostenible hasta tanto lavarse las manos no sea un lujo inaccesible. 

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