Como tantas cosas importantes – más aún, vitales – el rol de la mujer en la sociedad es un planteamiento recurrente que puede verse desde distintos ángulos. Por lo general hablamos de los avances que las mujeres hemos ido consiguiendo, de cuál es la situación actual, de qué normativas o legislación deberíamos implantar… y siempre nos encontramos con que nuestra cultura sigue estando regida mayoritariamente por hombres, lo que significa que son los hombres quienes tienen más posibilidades de introducir, o no, las mejoras que las mujeres exigimos.
Este más de lo mismo, con todas las variantes que queramos aceptar, no cambiará mientras sean los hombres quienes ostenten el mando. Hasta el refranero lo señala, véase la RAE: ponerse los pantalones: “imponer su autoridad”.
Obviamente no voy ahora a detallar rasgos “típicamente masculinos” o “típicamente femeninos” (entre otras cosas porque existen múltiples excepciones), pero sí voy a echar un vistazo a algunos comportamientos genéricos que solemos exhibir las mujeres:
Navarro [1] nos demuestra que las mujeres presentamos una mayor capacidad de aprendizaje verbal y que obtenemos mejores puntuaciones que los hombres en integración social y en uso de servicios sociales.
Sánchez-Aragón [2], por su parte, nos dice que las expresiones de tristeza, depresión y miedo no son demasiado bien captadas por los hombres, ya que son vistas como “indignas de ellos”, y aquellos quienes muestran tales emociones son evaluados más negativamente que las mujeres. También nos explica que las mujeres a lo largo de su vida cuentan con una red social mucho más amplia, la cual aumenta habilidades interpersonales de entre las que se puede contar el entendimiento emocional. A modo de resumen, podríamos decir que, al hablar de la capacidad de comprender las emociones complejas, las mujeres tenemos mayores habilidades en lo que se refiere a la inteligencia emocional y al entendimiento emocional.
Y por otro lado podemos escuchar a Harari [3]: Incluso los economistas que han obtenido el Premio Nobel toman solo una ínfima parte de sus decisiones utilizando lápiz, papel y calculadora; el 99% de nuestras decisiones (entre ellas, las elecciones más importantes de la vida, relacionadas con cónyuges, carreras y hábitats) las toman los refinadísimos algoritmos que llamamos sensaciones, emociones y deseos.
Es decir, las sensaciones, emociones y deseos son vitales para tomar decisiones acertadas, y las mujeres acostumbramos a manejarlas mejor que los hombres.
Te estarás preguntado: ¿Es que las mujeres somos “bichos raros” en este mundo? Pues no, no lo somos. Y podemos utilizar esas ventajas que la madre Naturaleza nos ha dado. Sigamos a Frank Lloyd Wright cuando nos sugiere: “Estudia la naturaleza, ama la naturaleza, acércate a la naturaleza. Nunca te fallará.”
Echemos, pues, un vistazo a la naturaleza.
Empecemos por los mamíferos, nuestros primos hermanos:
Orcas: pasan la vida entera junto a sus madres, aún después de tener sus propias crías. Un grupo de orcas suele estar formado por varias familias. Lideradas por la hembra mayor (la matriarca), esas orcas cazan y cuidan a sus crías juntas.
Elefantes: son uno de los ejemplos más bonitos de la sociedad matriarcal. Las manadas acostumbran a ser comandadas por la hembra de mayor edad debido a su experiencia. Los elefantes son seres altamente sociales e inteligentes. La matriarca es aquella que mejor sabe encontrar agua y defender a las crías. Una única hembra experimentada llega a liderar de 8 a 100 elefantes.
Hienas: Por su parte, las hienas comandan grupos de hasta 60 individuos. Y "comandar" es la palabra adecuada en este caso: las hembras son significativamente más grandes y agresivas que los machos. Son ellas quienes se quedan con la mayor parte de la comida. Son las primeras en comer cuando matan a una presa, y forman frecuentemente coaliciones fuertes y protectoras con sus hijas, las cuales reforzarán el mandato femenino generación tras generación. Así, se aseguran de mantener el estatus dentro del propio clan.
Leones: mantienen una sociedad matriarcal y dividen sus tareas de manera comunitaria, cuidando en conjunto a las crías. Además, son excelentes cazadoras. Son las leonas quienes acechan y matan a las presas. La manada se mantiene por hembras del mismo linaje, a lo largo de varias generaciones, y son capaces de enfrentar y ahuyentar a un macho indeseado. Ellas son las que cazan, las que traen la comida, las que cuidan a los cachorros y las que consiguen que la manada permanezca unida.
Suricatos: Los suricatos viven en grandes colonias matriarcales, a veces con hasta 40 individuos. La hembra dominante lidera a estos pequeños mamíferos por la sabana en busca de nuevos refugios y en disputas territoriales contra otros suricatos. Su población está compuesta por una suricata que rige sobre todas las demás: es la que da a luz a la mayoría de los miembros del grupo, y cada miembro puede desempeñar roles muy definidos incluyendo varias familias que trabajan en conjunto para cuidar y alimentar a las crías. La crianza cooperativa es uno de los rasgos más singulares en esta organización social en la que las suricatas hembras suelen ser las encargadas de proteger el territorioo buscar nuevos hábitats.
Hiena manchada: Las hienas manchadas son uno de los carroñeros más famosos de la sabana, pero también pueden cazar si es oportuno, habitualmente en grupos de entre diez a treinta individuos y liderados por una hembra dominante. Las hembras hienas suelen ser muy promiscuas no formando parejas muy duraderas con los machos que muestran por lo general un comportamiento sumiso cuando se acercan a hembras en celo, aunque el macho sea más grande y pesado que la pareja: además los machos más pasivos suelen tener más éxito con las hembras que los agresivos.
Rata topo desnuda: Además de dominar la sabana, el océano, las copas de los árboles y hasta el aire... las hembras dominan el subsuelo. Las ratas-topo desnudas viven en grupos de hasta 300 individuos y siguen las órdenes de una hembra "alfa".
Un caso curioso: Los lémures. Las hembras y los machos tienen el mismo tamaño y teóricamente la misma oportunidad de luchar por ser líderes. ¿Por qué, entonces, la mayoría de sus sociedades son dominadas por hembras? Es algo que los investigadores aún desean descubrir...y que puede arrojar información importante sobre las ventajas de ser hembra 😊.
Incluso en los insectos tenemos preciosos ejemplos:
Abejas: Una de las sociedades más organizadas de la naturaleza es comandada por una hembra: la abeja reina. En realidad, casi toda la población de abejas está compuesta por hembras. La matriarca lidera un verdadero ejército de operarias, que trabajan juntas para alimentar a la reina y mantener la colmena.
Hormigas: tienen sociedades matriarcales muy parecidas a las de las abejas: una reina y miles de trabajadoras, que mantienen al hormiguero siempre activo. Los pocos machos que existen cumplen funciones reproductivas. Y a veces, ni siquiera eso. Existe una especie de hormigas en la Amazonía (Mycocepurus smithii) compuesta solo por hembras. ¿Cómo es posible? Según Mehdiabadi [4], estas hormigas son excelentes agricultoras: aprendieron a cultivar hongos -- pequeños organismos que se reproducen de manera asexual -- y en algún momento asimilaron ellas mismas esta característica evolutiva. La ausencia de machos ahorra energías a la matriarca. Todas las crías son hembras y, por lo tanto, son más mano de obra para el hormiguero.
Es decir:
La naturaleza nos demuestra que las sociedades gobernadas por hembras son exitosas;
La ciencia nos está demostrando que las mujeres, en general, poseemos en mayor medida que los hombres algunos rasgos imprescindibles para la buena convivencia;
Nuestra sociedad actual está gobernada por hombres belicosos que toman decisiones nefastas y muy arriesgadas para la sociedad y para el futuro de la especie…
Ergo: Luchemos por cambiar este panorama social. Utilicemos las ventajas que la madre Naturaleza nos ha regalado: ¿a qué estamos esperando las mujeres para unirnos como lo hacen las hembras exitosas de la naturaleza y tomar el mando? A buen seguro acabaríamos con tanta guerra, tanta desgracia y tanto expolio. ¡Bien por las hembras! ¡Hembras al poder!
Algunas referencias:
[1] Navarro et al., 2014, Diferencias entre hombres y mujeres mayores en funcionamiento cognitivo y calidad de vida. European Journal of Investigation in Health Psychology and Education 2014, Vol. 4, Nº 3, P. 267-277
[2] Sánchez-Aragón et al., Evaluación Psicológica del Entendimiento Emocional: Diferencias y Similitudes entre Hombres y Mujeres. Revista Iberoamericana de Diagnóstico y Evaluación - e Avaliação Psicológica, vol. 2, núm. 26, 2008, pp. 193-216
[3] Harari, Y.N. (2016): Homo Deus. Breve historia del mañana. Debate, Penguin Random House Grupo Editorial, Barcelona, ISBN 978-84-9992-671-1
[4] Mehdiabadi, N., Mueller, U., Brady, S. et al.: Symbiont fidelity and the origin of species in fungus-growing ants. Nat Commun 3, 840 (2012). https://doi.org/10.1038/ncomms1844
Información sobre grupos animales, obtenida a partir de diversos artículos de National Geographic.