El presidente de BBVA, Francisco González, ha explicado que “en BBVA queremos jugar un rol clave movilizando recursos para frenar el cambio climático e impulsar un desarrollo sostenible. Es un objetivo muy ambicioso y de largo plazo alineado con nuestro propósito de poner al alcance de todos las oportunidades de una nueva era".
De los 100.000 millones, 70.000 están directamente vinculados a la transición a una economía baja en carbono, que incluye las siguientes actuaciones: financiación verde a empresas e instituciones; bonos verdes intermediados como bookrunner (colocador de deuda); soluciones para eficiencia energética, agua, gestión de residuos para particulares y PYMES y, por último, fondos de inversión y participaciones.
Otros 18.000 serán para favorecer la inclusión financiera y el emprendimiento, que incluye ofrecer soluciones financieras para favorecer la bancarización; préstamos a microemprendedores vulnerables y a mujeres emprendedoras; nuevos modelos digitales e inversión de impacto.
Y los 12.000 millones restantes tienen como destino infraestructuras sostenibles y agribusiness: financiación de infraestructuras en educación, salud y vivienda social; bonos sociales intermediados como bookrunner; fondos de inversión y participaciones y financiación a agribusiness bajo criterios de sostenibilidad.
En el proceso de definición de esta estrategia, BBVA ha consultado con actores muy relevantes pertenecientes a diferentes grupos de interés: Uno es ShareAction, entidad sin ánimo de lucro referente en el impulso de prácticas de inversión responsable que promueve una mejora del comportamiento de las empresas en materia medioambiental, social y de gobierno corporativo. Sonia Hierzig, directora de Proyectos de Banca, ha señalado que: "ShareAction acoge con entusiasmo los nuevos compromisos de BBVA y estamos encantados de que hayan adoptado muchas de nuestras recomendaciones. Estas nuevas políticas permitirán a BBVA subir de la duodécima a la séptima posición entre las 15 mayores entidades europeas en nuestro ránking del clima. Es un gran paso adelante en un periodo de tiempo muy breve y esperamos que sirva de ejemplo para mostrar a otros bancos lo que se puede conseguir”.
Entre los compromisos directamente relacionados con impactos directos ambientales, BBVA se compromete a que el 70% de la energía que contrate a partir de 2025 sea renovable y se pone como meta reducir un 68% sus emisiones directas de CO2 con relación a 2015. Además, el banco está adherido a la Science Based Targets Iniciative y comprometido con la RE 100 Initiative que supone alcanzar el 100% de energía renovable en 2030. En esta línea, se publican las normas sectoriales que permiten abordar las cuestiones de sostenibilidad específicas de sectores con especial impacto ambiental y social (energía, minería, infraestructuras y agribusiness) y proporcionar una orientación clara sobre los procedimientos a seguir en la gestión de clientes y transacciones en estos sectores. Dichas normas, que serán actualizadas anualmente, incorporan el Compromiso sobre Derechos Humanos con el que BBVA cuenta desde 2008.
Otro aspecto a destacar es que va a involucrar a todos sus grupos de interés: reguladores, clientes, inversores, empleados, proveedores, observadores e incluso competidores ya que, según ha resaltado el banco en una nota, "por su magnitud, los retos derivados de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y del calentamiento global sólo es posible conseguirlos con el compromiso decidido de todos".
Exclusiones generales
BBVA no prestará servicios financieros a proyectos o clientes cuyo principal negocio esté asociado las siguientes actividades o impactos ambientales y sociales: