¿Qué es la economía colaborativa?
Cuando hablamos de consumo colaborativo nos referimos a una nueva forma de consumir bienes y servicios en el que participan varios individuos para aprovechar los mismos recursos.
Un buen ejemplo de esto puede ser la empresa Social Car o LetMeSpace. La primera alquila coches de particulares cuando estos no lo están utilizando. Con la segunda ocurre lo mismo pero con parkings y trasteros. La economía colaborativa ofrece la posibilidad de acceder a servicios o bienes a un precio más bajo y bajo el concepto de compartirlo con el dueño.
También podemos hacer referencia a los viajes en coche compartidos, como los de Amovens. El que va a realizar un viaje con su coche ofrece las plazas libres a gente que quiera hacer ese mismo trayecto.
Estas opciones de economía colaborativa son opciones más eficientes. Es más eficiente que viajen 5 personas de madrid a barcelona en un solo coche, a que lo hagan 5 personas en 5 coches distintos. Además del ahorro que supone en combustible, evita emisiones de CO2 y supone un ahorro para el bolsillo del conductor y de los pasajeros.
Otras formas de eficiencia y ahorro
Ejemplos hay para dar y tomar. Sin embargo destacan algunos que en los últimos años han cobrado relevancia y parecen incluso estar de moda.
Una moda que parece haber arraigado en la sociedad de consumo actual es la del ‘do it yourself’. Esta fiebre por el DIY aparece como alternativa al consumismo compulsivo, pero también como apoyo a la originalidad. Es decir, ¿por qué llevar la misma chaqueta que 10.000 chicas en España? Con un par de arreglos propio puedes desmarcarte. El DIY está cobrando especial importancia en la moda. La personalización de complementos, de chaquetas, renovación de prendas antiguas.
Pero también en el ámbito del mobiliario, por ejemplo. Los mercadillos de segunda mano se han vuelto a estar de moda. Piezas de gran calidad a buenos precios y con estilos únicos.
Aunque el ahorro y la singularidad son los factores que arrancan estas tendencias, no dejan de ser medidas eficientes para reducir el consumo de bienes de primera mano. Una forma de eficiencia que pasa desapercibida, pero que contribuye a un mundo menos consumista.