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La crisis climática y el cambio en el uso del suelo están alimentando incendios forestales cada vez más intensos, prolongados y devastadores. Frenar esta amenaza requiere priorizar la prevención sobre la extinción, según expertos de la FAO, que advierten que estamos entrando en una nueva era de incendios extremos.
Arde el planeta

Los incendios forestales se están intensificando en frecuencia, duración y gravedad debido a la crisis climática y a cambios en el uso del suelo. Según Amy Duchelle, oficial superior de bosques de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la clave para enfrentarlos está en la prevención.

“Históricamente, se ha priorizado la extinción, pero es imprescindible invertir mucho más en prevenir que estos incendios se inicien”, explicó Duchelle en una reciente entrevista con Noticias ONU. La especialista señala que los incendios forestales no solo son un problema forestal, sino un fenómeno que afecta a toda la sociedad y que requiere un enfoque integral.

Los factores detrás de los incendios
Para que un incendio forestal ocurra se necesitan tres elementos: combustible, condiciones cálidas y secas, y una fuente de ignición. En casos extremos, como los recientes incendios en Los Ángeles, estos factores se combinan con eventos climáticos adversos, como los fuertes vientos, provocando llamas incontrolables que devastan comunidades enteras y generan miles de millones de dólares en pérdidas.

“Los patrones de incendios están cambiando. Ahora son más extremos, lo que evidencia que estamos entrando en una nueva era provocada por el cambio climático”, advierte Duchelle. A nivel global, se calcula que cada año entre 340 y 370 millones de hectáreas de tierra son afectadas por incendios, de las cuales alrededor de 67 millones corresponden a zonas forestales.

Además del impacto ambiental, los incendios intensifican el cambio climático, ya que liberan grandes cantidades de dióxido de carbono, creando un círculo vicioso difícil de romper.

La gestión integrada, la clave para frenar el fuego
La FAO trabaja con los países para implementar la gestión integrada de incendios, que abarca desde la revisión y reducción del riesgo hasta la preparación, respuesta y recuperación tras los incendios. Este enfoque no solo busca apagar las llamas, sino prevenirlas desde la raíz.

“La inversión en prevención puede reducir significativamente los costos de respuesta y recuperación”, explica Duchelle. Por ejemplo, en lugar de enfocar todos los recursos en sofocar incendios, se debe priorizar la educación y la concienciación ciudadana, la construcción de infraestructuras resilientes y la restauración de ecosistemas afectados.

La mayoría de los incendios tienen un origen humano, ya sea por accidentes, descuidos o malas prácticas en la planificación urbana. Por ello, la participación de toda la sociedad es crucial. Duchelle subraya que “la idea de una temporada de incendios está quedando obsoleta. Es un problema que requiere atención durante todo el año”.

El reto no solo está en los bosques, sino también en las ciudades y comunidades que, si no adoptan estrategias de prevención, seguirán enfrentándose a incendios cada vez más devastadores. La educación y la planificación estratégica son fundamentales para avanzar hacia un modelo más sostenible y seguro.

 

*Esta noticia se basa en la entrevista realizada por Noticias ONU a Amy Duchelle,oficial superior de bosques de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

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