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El último informe del Instituto de Investigación Capgemini "Circular economy for a sustainable future: How organizations can empower consumers and transition to a circular economy" revela que las y los consumidores reclaman cada vez mayor compromiso y responsabilidad a las compañías. Según el estudio, más del 70% de los consumidores busca tener prácticas circulares, pero las organizaciones no lo contemplan como una ventaja y no están proporcionando el acceso y la información para que puedan hacerlo.
 Romper las barreras de la circularidad: los consumidores exigen a las empresas mayor compromiso

No caben dudas de que, afortunadamente, las y los consumidores tienen cada vez mayor poder. La decisión de elegir una u otra empresa incide de manera directa en el éxito de una compañía. Sin embargo, ¿sus demandas son realmente tenidas en cuenta? Llamativamente no. Aunque la opinión de quienes consumen debiera ser prioritaria a la hora de tomar decisiones en una empresa, lo cierto es que esto no ocurre.

Según el último informe del Instituto de Investigación Capgemini Circular economy for a sustainable future: How organizations can empower consumers and transition to a circular economy, más de siete de cada diez consumidores quieren adoptar prácticas circulares, tales como la reducción del consumo global (54%), la compra de productos más duraderos (72%), y el mantenimiento y la reparación de los productos para aumentar su vida útil (70%) y no encuentran una respuesta favorable.

La concienciación sobre la importancia del cuidado del planeta es cada vez mayor. La protección medioambiental se ha vuelto prioritaria para gran parte de la población que ha comprendido que debemos modificar nuestras prácticas y hábitos de consumo para, efectivamente, detener la emergencia climática. En este contexto, la economía circular emerge como una luz en la oscuridad del consumo desmedido.  A diferencia del modelo lineal tradicional al que le subyace la ideología del “úselo y tírelo”, la Economía Circular es regenerativa y pretende desvincular gradualmente el crecimiento del consumo de recursos limitados.

Gracias a las luchas medioambientales, en la última década se ha visto un aumento de la preocupación por la economía circular por parte de los consumidores. Así, comprar productos duraderos que sean reciclables o estén hechos con materiales reciclados; mantenerlos en uso durante mucho tiempo mediante un mantenimiento y una reparación eficaz; o garantizar acciones responsables al final de su vida útil para que generen pocos o ningún residuo se ha convertido en algo prioritario. La demanda de las y los consumidores debiera tener un correlato en las empresas. Sin embargo, esto no es del todo así según la investigación de Capgemini. Los datos del estudio advierten que casi aproximadamente la mitad de los consumidores cree que las organizaciones no están haciendo lo suficiente para reciclar, reutilizar y reducir los residuos en todos los sectores, y el 67% espera que las empresas sean responsables cuando anuncian productos y no fomenten el consumo excesivo.

Los resultados muestran que romper con las barreras de la circularidad es urgente. En este sentido, el documento afirma que, en la actualidad, los consumidores se ven limitados por cuestiones de conveniencia, acceso y coste. Tres de cada cinco (60%) citan la falta de información suficiente en el etiquetado de los productos (sobre el origen, la reciclabilidad, el contenido reciclado, etc.) como razón para no emprender acciones circulares positivas. El 55% dice que el gasto es una barrera para reutilizar los productos, y más de la mitad (53%) declara que no quiere adquirir dicho compromiso. Este es un resultado derivado del auge del comercio electrónico de los últimos 10 años, que ha impulsado el deseo y las expectativas por las oportunidades de bajo coste a través de los principales minoristas que ofrecen servicios de entrega al día siguiente o incluso el mismo día.

Otro dato interesante es que los enfoques circulares de los consumidores se centran principalmente en la fase posterior al uso. Por ejemplo, el 58% de los consumidores dice que separa y elimina los residuos de los alimentos después de su uso, pero sólo el 41% de los consumidores reconoce que compra alimentos que utilizan un embalaje mínimo, lo que indica que aún hay un exceso de envoltorios superfluos y plásticos contaminantes en los productos que se ponen a disposición del consumidor. La eliminación de residuos contaminantes es un elemento clave de la Economía Circular, pero hay que hacer más para garantizar que no se generen residuos en primer lugar.

A medida que el interés de los consumidores por la sostenibilidad se traduce en acciones, las organizaciones deben aumentar la atención y la inversión en prácticas circulares dentro del diseño de sus productos. Conscientes de esto, las y los expertos de Capgemini concluyen el informe identificando algunas acciones críticas para que las empresas implementen iniciativas de Economía Circular: Adoptar los principios del diseño circular; replantear radicalmente los modelos de negocio; replantear las cadenas de valor para "cerrar el círculo"; permitir que los consumidores adopten prácticas circulares; establecer elementos organizativos que apoyen la transición hacia una mayor circularidad; utilizar las tecnologías emergentes para impulsar la estrategia de la Economía Circular y colaborar para acelerar el progreso.

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