Durante años los aspectos financieros eran no sólo los más importantes en las empresas, sino también los únicos que se tenían en cuenta. Afortunadamente, con el paso del tiempo las cuestiones ESG (medioambientales, sociales y de gobierno corporativo, por sus siglas en inglés) cada vez han ido ganando más terreno hasta ocupar actualmente un lugar indiscutiblemente importante. Existe un consenso claro en el mundo acerca de la necesidad de avanzar en materia de sostenibilidad. A esta tendencia que ya venía en aumento, en los últimos meses, la crisis derivada de la pandemia de la COVID-19 ha puesto aún más el foco en las prácticas de buen gobierno, ambientales y sociales de las organizaciones y no solo desde la óptica de la gestión del impacto de la crisis.
En este escenario, la transición sostenible se ha consolidado como una de las palancas clave de la recuperación económica. Por ello, la transformación sostenible constituye, junto a la digital, uno de los principales retos a los que se enfrentan las compañías, con un notable impacto en sus modelos de negocio, de gobierno y de gestión. Estos cambios no se han dado de la noche a la mañana, por el contrario, esta tendencia ha sido consecuencia de una suma de factores: los continuos desarrollos regulatorios cada vez más exigentes en cuestiones ESG y el creciente interés de los mercados y de la opinión pública por conocer y valorar el desempeño de las compañías en cuestiones no financieras, impulsado primero por la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y posteriormente por el Pacto Verde Europeo y el Plan de Recuperación para Europa.
Para profundizar en estas transformaciones y cambios en los paradigmas la nueva edición del informe “La visión de los asuntos ESG desde el consejo de administración” realizado por la Fundación SERES y KPMG recoge la percepción de algunos consejeros acerca de los desafíos a los que se enfrentan los consejos a la hora de supervisar y promover las estrategias y prácticas de sostenibilidad. Además, profundiza en las competencias y capacidades que desean percibir en los ejecutivos que tienen la responsabilidad de gestionar esta materia, así como en la respuesta de las compañías a algunas de las principales tendencias en el ámbito de la sostenibilidad.
Si bien según los consultados de la investigación, la presencia de los asuntos ESG en la agenda del consejo sigue siendo menor que la de otras cuestiones, perciben que la relevancia de los asuntos ESG ha aumentado, impulsada, entre otros, por la Ley 11/2018 de información no financiera y diversidad y por la reciente revisión, de junio de 2020, de las recomendaciones del Código de buen gobierno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Asimismo, los consultados consideran que el peso en la agenda de los asuntos relacionados con la sostenibilidad debería ser mayor, y coinciden en que crecerá progresivamente. Señalan también que su relevancia depende del tamaño y el sector de las compañías. En este sentido, el 52% de los consultados considera que el consejo debería dedicar más tiempo a la supervisión de los asuntos ESG.
Como afirmábamos al comienzo, no todo ha sido negativo tras la llegada del coronavirus. Las prioridades de las personas han cambiado tanto en el plano personal como público. En este contexto, la mayoría de los consultados, un 87%, señalan que la atención a cuestiones ESG ha aumentado como consecuencia de la pandemia. Al respecto, existe consenso alrededor de la idea de que la pandemia incrementará la atención de compañías e inversores a los riesgos ambientales, sociales y de gobierno. Entre los asuntos que han ganado más peso en la agenda del consejo, los consejeros que participaron de la investigación señalan la seguridad de los empleados y la continuidad del negocio, así como el apoyo a la cadena de suministro y el respeto a los derechos humanos. Otros asuntos mencionados, más allá de la respuesta inicial de las compañías, son los relacionados con los planes de sucesión, las desigualdades sociales o la brecha salarial.
Por otro lado, entre las materias del ámbito ESG que ganarán mayor peso en la agenda del consejo de administración en los próximos años, los consultados señalan la innovación (65%) y el talento (55%), el cambio climático (50%) y la reputación (50%). Otras materias mencionadas, pero en menor medida, son la cultura ética, la percepción de los inversores y los clientes, el buen gobierno, las finanzas sostenibles, o la protección de la biodiversidad.
Finalmente, uno de los hallazgos más relevantes y positivos que se desprenden del estudio realizado por Fundación SERES y KPMG es que el 81% de los consultados considera que los consejos conocen el creciente interés de los inversores y gestores de activos por las cuestiones ESG. Asimismo, el estudio revela que algunos consejeros perciben que se empieza a entender el vínculo entre los resultados financieros y los no financieros, en el sentido de que aquellas compañías que incorporan en su gestión criterios ESG son más resilientes, más rentables y con un menor perfil de riesgo.
La investigación concluye que a raíz de este creciente interés hacia las cuestiones ESG, las compañías deberían desarrollar un posicionamiento más activo en el ámbito de la sostenibilidad, siendo uno de los retos actuales elevar la sostenibilidad al ámbito de supervisión del consejo y sus comisiones.
