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Dentro del análisis elaborado por CDP, la compañía se mantiene por séptimo año consecutivo en la ‘Lista A’, que distingue a las compañías líderes en todo el mundo por su acción medioambiental. El proceso anual de divulgación y puntuación de CDP es una referencia para 515 inversores con activos superiores a 106 billones de dólares.

A pesar del contexto adverso y en un año particularmente complejo para el mundo entero, Telefónica ha sido reconocida por séptimo año consecutivo como compañía líder por su acción contra el cambio climático. La empresa ha sido ubicada una vez más en la ‘Lista A’ elaborada por CDP. Más de 300 compañías han sido nombradas en la Lista A de este año por la ONG CDP , financiada por la Unión Europea, que gestiona el sistema de información medioambiental global.

The A List nombra a aquellas compañías que están liderando la transparencia y la acción medioambiental, basada en su divulgación anual a través de los cuestionarios sobre el cambio climático, bosques y seguridad acuífera de CDP. La ONG ha valorado las acciones de Telefónica, convirtiéndola en la única empresa de telecomunicaciones española que aparece en la ‘Lista A’, por sus esfuerzos por reducir sus emisiones de CO2, mitigar los riesgos climáticos y ayudar a desarrollar una economía baja en carbono.

Un dato positivo es que este año la ONG ha incrementado más del 50% el número de compañías que alcanzaron una calificación A, con incrementos en los tres temas medioambientales que puntúa CDP. Junto con estos altos niveles de divulgación, esto muestra una creciente consciencia medioambiental en el mundo de los negocios en el 2020.

En cuanto a las puntuaciones sobre el cambio climático, esto se debe mayormente por el hecho de que hay un mayor número de compañías que escogen ser transparentes en la divulgación de sus datos, que en sí mismo es un paso muy importante, empujado por la presión del mercado que exige una mayor transparencia. El incremento de las compañías calificadas con una A por el hecho de combatir la deforestación y la seguridad acuífera apunta a que ha habido un incremento de la acción en estas áreas, ya que los mayores niveles de divulgación no son totalmente responsables de este incremento. Se nota más en relación a los bosques dado que el número de compañías en la Lista A se dobló partiendo de una base muy baja.

Mientras que ha habido un gran incremento en la Lista A este año, sigue representando solamente una minoría de las compañías. La mayoría (74%) de las compañías que califica CDP alcanzaron puntuaciones de D-C scores, lo que significa que están todavía empezando su viaje medioambiental y concienciándose sobre cómo los temas medioambientales impactan sobre sus negocios. Aún más preocupante es el hecho de que, más de 3.700 compañías no han divulgado ningún dato cuando han sido requeridas por sus inversores o clientes, y más de tres veces este número de compañías han recibido una calificación F en como mínimo un tema. Se espera que la presión sobre estas compañías incremente para que tengan que demostrar que se están tomando en serio los riesgos medioambientales.

Junto a Telefónica, en la lista A figuran diez empresas de telecomunicaciones, cinco de ellas europeas, de un total de 270 compañías de todo el mundo seleccionadas de entre las más de 9.600 que han reportado al CDP, la cifra más alta hasta ahora. Las entidades reciben una calificación de la A a la D, en función de la efectividad con la que abordan el cambio climático. Las que no aportan información, o esta es insuficiente, obtienen una F. La información reportada a CDP es usada por 515 inversores con activos superiores a 106 billones de dólares.

A lo largo de la última década, Telefónica ha implementado 1.050 proyectos de eficiencia energética y ha conseguido mantener su consumo energético estable, a pesar de que el tráfico de datos ha crecido 4,5 veces en el mismo periodo de tiempo. Su nuevo compromiso pasa por disminuir el 90% su consumo de energía por unidad de tráfico (MWh/PB) para 2025.

Esta propuesta resulta central para alcanzar el ambicioso objetivo de cero emisiones netas ese mismo año, tras haberlas reducido un 50% desde 2015. Para disminuir al máximo su huella de carbono, Telefónica seguirá apostando además por la energía renovable, 100% ya en las redes de sus principales mercados, y “neutralizará” el resto de las emisiones a través de proyectos de absorción de CO2, preferentemente basados en la naturaleza, que cuenten con los certificados más confiables y con un valor añadido (generación de empleo y biodiversidad). Además, la empresa tiene la ambición de seguir reduciendo las emisiones de su cadena de valor, un 39% en 2025 y llegar a las cero netas en 2040.

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